Trece Baqtun
“Chico” llevaba más de veinte años viviendo en la aldea cercana a Tikal, pasando algunos de ellos excavando tumbas y cazando furtivamente en la selva del área. Dice que lo empezó haciendo por necesidad, pero luego su codicia aumentó hasta convertirse en un placer. En su niñez estudió hasta tercer grado de primaria. A pesar de su semblante campechano, es ágilpara los cálculos matemáticos mentales.
-¡Dicen que se acaba el mundo… nos vamos a morir! –dijo Tencha, su mujer, mientras corría hacia la casa, luego de descender del microbús que la había llevado desde el área central.
-Son locuras y tonteras –aclaró Chico-, siempre lo han dicho.
-¡Pues hoy si van en serio, porque lo están diciendo los científicos! -insistió Tencha, estirando la mano paramostrar el periódico del día.
-¡Entonces es cierto! –aseguró Matilde, la hija mayor-, lo acaban de decir en la radio.
Parsimonioso, Chico continuó reparando la silla de montar, mientras debajo del árbol de ramón el caballo levantaba la cabeza para ver a su amo, sin dejar de masticar su delicioso alimento.
Hacía algunos meses, Chico venía escuchando comentarios del final del Oxlajuj B’aqtún, del findel mundo, y aunque no lo demostraba, esto le llenó de terror al recordar sus anteriores actitudes.
Esa noche la pasó en vela, pues los pensamientos lo atribulaban y le impedían conciliar el sueño, pensando en su vida, en sus seis hijos y su esposa. La noche se le hizo larga, y cuando el reloj marcaba poco más de las tres de la madrugada, se levantó y salió al patio a observar el firmamentoestrellado. Eran las cuatro cuando bebió un sorbo de café. Ensilló el caballo y durante hora y media avanzó hasta llegar a un claro del bosque donde lo dejó amarrado. Caminó luego por los senderos de Tikal, buscando la plaza central.
En el momento preciso que el alba despuntaba, solitario y pensativo subió las escalinatas del Templo II. Absorto, observó la grandeza del Templo I que está al frente.Una brisa le acarició el rostro y un bostezo marcó su desvelo. Luego, una especie de sueño inesperado dominó su semblante. Poco a poco se sintió trasladado a través de la selva. De pronto, se vio en una de las estructuras del Mundo Perdido.
Del interior del templo principal, escuchó una voz que le dijo:
-¡Chico! Bienvenido a este lugar, has sido escogido para llevar un mensaje a tus hermanos yvecinos.
-¿Quién eres tú? –preguntó asustado Chico.
-En la antigüedad, cuando ésta era una ciudad con bullicio de gente, yo era un sacerdote. Y he sido enviado por los dioses para ayudarte a comprender algunas cosas.
Entre la preocupación y el miedo, Chico se armó de valor, y declaró:
-Bueno… toda la gente del pueblo habla del Oxlajuj B’aqtún, pero estoy confundido y no entiendo nada de eso.-¡Ja, ja. Ja! Es que no has comprendido ni el lenguaje ni la cultura ancestral… ¡Siéntate! Te explicaré.
Para entonces, Chico no reparaba en el transcurrir del tiempo, ni su estancia en el lugar. Sentía un sincero deseo por la claridad de aquello que estaba causando pánico e indignación, pero al mismo tiempo mucha contención entre el pueblo.
-Al igual que ahora, en la antigüedad nosotrosmedíamos el tiempo en ciclos, eras o períodos, para fundamentar todos los aspectos de la vida. Y para esto teníamos calendarios exactos- empezó la explicación del personaje.
-¡Ah sí! Pero yo quiero saber del Oxlajuj B’aqtún! – se apresuró a decir Chico, habiendo tomado confianza a su entorno.
-Oxlajuj significa trece –aclaró el personaje-, y B’aqtún es un período de tiempo, por lo tanto de lo que sehabla es del final de un período de tiempo- le indicó su interlocutor.
-¡Ujum! Entonces es el final del Trece B’aqtún… confirmó Chico, quien concentró su atención en la explicación que luego le dio el personaje:
-Empezamos por la Cuenta Larga, que es un método para registrar las fechas desde un punto inicial que se marca en el año 3114 antes de Cristo. Por ejemplo, ustedes dividen el tiempo en...
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