Trece casos misteriosos
Ultimo (rago amargo para Sócrates. Constelación peluda.
Amiga de Pedro de Valdivia. Arduo trabaju seda-tejerle una bufanda.
Tcc,c1osio Oteíza. Nota musical (in",). Ato. Repetido, sería duro [rUlo
ll'pical.
EL CASO DELREGALO DE CUMPLEAÑOS
(Idea original de El vira Balcells, 15 años)
Emilia abrió los ojos muy temprano esa ma ñana, y su primer pensamiento fue: ¡hoy cumplo doce años! En la casa todos dormían. Emilia tosió varias veces para ver si su hermana se des pertaba; pero ésta, con un almohadón sobre la cabeza, mur muró unas palabras ininteligibles, y siguió durmiendo. Luego de media hora que leparecieron cinco, escuchó un ruido en el dormi torio de sus papás. Se levantó presurosa, y se dirigió a la sala de baño. Carraspeó al pasar frente a la puerta del dormitorio de sus padres, ahora con mejor resultado: -¡Emilia! -llamó la mamá. -¿Síii? -contestó esta, tratando de parecer casual. -Emilia, ven, entra -escuchó ahora la voz del papá. No se hizo esperar, y abrió de inmediato la puerta: en laamplia cama matrimonial la esperaban su papá, con ese mechón que caía sobre su frente todas las maii.arl8s, y su madre, envuelta en su bata de levantarse floreada. Los ojos de Emilia buscaron con disimulo un paquete que, luego de besos y grandes abrazos, apareció entre las sábanas. Lo desenvolvió con dedos ágiles, tratando de no romper el lindo papel de seda. Ante sus ojos quedó una cajitaovalada. Alzó la tapa, y allí apareció, entre algodones, ese collar de pepitas azules que tanto había admirado cada vez que pasaba frente a la joyería que quedaba cerca del dentista. -¡El collar! -gritó, exaltada, abrazando a su madre una y otra vez.
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TRECE CASOS MISTERIOSOS
EL CASO DEL REGALO DE CUMPLEAÑOS
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-¿ y a mí no me toca nada? -rió el papá. -Es que ... mi mamá sabía; pero,sí, papito, ¡gracias! _¿Y yo no sé también, acaso, de tus gustos? -El papá levantó la almohada y apareció un enorme mazapán con chocolate v nueces. Emilia estaba eufórica. Y esta vez, sin miramientos, co rrió a su dormitorio y echó hacia atrás la sábana que cubría el rostro de su hermana. -Carola, ¡mira! ¡Mira lo que me regalaron ... ! Carola abrió un ojo y refunfuñó. Hasta que un ruido decampanitas la hizo abrir el otro ojo. Entonces dio un salto en la cama. -¡Emilia! ¡El collar I ¡Póntelo! Emilia lo hizo pasar por sobre su cabeza y sal tó tres veces en el mismo lugar, como niña chica que aún era: -¡Mira, qué lindo sonido tiene cuando una se mueve! ¡Es el primer collar de verdad de mi vida! -dijo, encantada con cse ruido cristalino que producían las cuentas al en trecho L:ar-. i Lo quevan a decir mis amigas!
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Las amigas de Emilia llegaron todas juntas a las cinco de la tarde: Claudia, Nena, Carla, Nicky, Tere y Fran. De inme diato corrieron al dormitorio de su amiga para admirar los regalos. -¡Ohhhhhhhh! -exclamaron Claudia y Tere. -¡Qué salvaje! -comentaron Claudia y Nicky. Nena, Tere y Fran se acercaron a tocarlo. -¿No te lo vas a poner? -preguntó Fran. - Ya me loprobé en la mañana. Pero ahora los regalos estarán en exhibición -respondió la festejada con una sonrisa. Las amigas examinaron la palera de hilo -regalo de la abuelita-; el mazapán, aún intacto; el dibujo de un gato con lazo a lunares, obra de su hermana, y obligaron a Emilia a abrir de inmediato los obsequios que ellas habían traído. Después de algunos minutos llenos de exclamaciones y risas en...
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