Trechas

La paz

Pocas palabras son tan ansiadas, consensadas y pronunciadas hoy día como paz. Asimismo, todos los programas de desarrollo en los países con mayor marginaciónsocial, como el nuestro, colocan como primera prioridad la necesidad de impulsar la educación. Por tanto el binomio paz-educación se convierte en una especie de panacea quetodo lo resolverá, o al menos dará la imagen social de hacerlo. A la vez, estas dos acciones se encuadran en forma central dentro de un tema más amplio y trascendente paranuestra especie: la posibilidad de ser más humanos. Según Konrad Lorenz, premio nobel de etología: "el eslabón perdido entre el mono y el hombre somos nosotros"1; laespecie humana es todavía un proyecto en construcción, por tanto un orden social humanízate igualmente sigue siendo un deseo aún, desde el momento en que todavía nosaniquilamos en genocidios unos a otros2. En muchos aspectos, atravesamos aún una etapa más cercana a la animal de lo que quisiéramos.
Por ello, reflexionar sobre la relación entrepaz-educación-humanización se convierte en algo imprescindible para nuestra especie; intentaremos irnos planteado, desde diferentes caracterizaciones de la paz, aspectoscentrales para su construcción, relacionándolos con valores humanos y educativos en consonancia. Partiendo siempre desde un principio de
realidad. Iniciaremos asíapuntando, con Piaget, que la reflexión es ya una acción, el arma más importante con que cuenta un individuo –y la cultura que genera-, un grupo o una
organización, paracomenzar un proceso de paz, y que además es un acto eminentemente colectivo. Pensemos entonces en voz alta juntos, pues la mayor indefensión es perder la capacidad de reflexión.