TRIBUNO U ORADOR

"La elocuencia es la pintura del pensamiento."
Pascal, Blaise
En el recorrido de cada uno de los Grados por los que hemos transitado en nuestra carrera masónica, vemos que varios de ellosostentan títulos rimbombantes que pudieran llegar a deslumbrar y hacer creer a algunos hermanosque por el hecho de ostentar un Grado Superior son mejores a otros, como si el Grado en forma automática nosdiera por si solo el conocimiento sin la necesidad de preocuparnos y esforzarnos en la asimilación de sus preceptos,desatendiendode esta manera los principios de la masonería. Por lo que es necesarioestudiar con la mayor profundidad posible cada uno de los Grados, y sobre todo; entender y compenetrarse de la esencia de cada uno de ellos, para tener la posibilidad de llevar a la práctica lasenseñanzas que de los mismos se desprenden, y que estas contribuyan a forjarnos como mejores individuos.
De tal manera que si nuestra formación masónica está cimentada sobre las bases mencionadas conanterioridad, Al estudiar cada uno de los diferentes Grados, apreciaremos que las enseñanzas de los mismos van encaminadas a la formación del tipo de hombre que la masonería tiene como ideal; y que cadauno en particular, representa metas de moralidad y de justicia,cuyas enseñanzas debemos de estudiar y practicar, para de manera gradual constituirnos en difusores de las mismas en el mundo profano.No obstante que en cada Grado de la masonería existe la responsabilidad previamentemencionada, es en elGrado 20° de Tribuno u Orador, conocido también con los nombres de Soberano Principe de laMasonería, Maestro Ad Vitam y Venerable Maestro de todas las Logias Simbólicas;en el que particularmente existe la obligación de propagar sus preceptos y de lograr ser dignos de ostentar el Grado, puestoqueen cada una de las denominaciones que recibe, también va implícito un gran compromiso, ya que se debe ser: Soberano,Maestro por siempre, Venerable Maestro de Todas las Logías Simbólicas, así como...