Tribus irbanas
Defensor del Pueblo de España
Queridos amigos:
La expresión “tribus urbanas” tiene tantas vertientes y tantos matices que necesita forzosamente alguna delimitación inicial. En nuestro caso, esa delimitación se produce por la conexión conjuntiva con la violencia. De este modo, entiendo que sólo nos interesan aquí, hoy, esas tribus, núcleos o grupos en la medidaen que se producen con violencia. Y todavía, en un último esfuerzo delimitador, podría añadirse que únicamente son asunto de análisis desde nuestra perspectiva defensorial los grupos violentos en los casos en que esa violencia puede atentar o poner en peligro los derechos de las personas atribuidos por la Constitución.
El impacto de estos grupos en los medios de comunicación es realmentenotable. Cabe destacar el hecho de que las denominaciones utilizadas para su identificación forman un denso conglomerado, de manera que toda la etapa de la transición democrática española aparece salpicada de pandillas, grupos y sectas, de muy diferente origen, propósito y pelaje (con perdón). Este conglomerado se hace incomprensible por momentos debido a su amplitud y dinamismo. Debe subrayarse, en estesentido, la influencia semántica del argot inglés, lo que contribuye muy poco a clarificar la comprensión global del problema. A lo mejor, lo relativo a los hippies lo entendemos de manera aproximada, pero si tratamos de adentrarnos en la jungla compuesta por punks, skinheads o ravers, entre otros muchos grupos, la desorientación está bastante generalizada.
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Aun más recientemente hanemergido, como consecuencia del gran número de inmigrantes iberoamericanos en España, los grupos latinos, maras o pandillas como las de los kings o los ñetas, cuya actividad violenta está siendo objeto de preocupación tanto para las fuerzas encargadas de mantener el orden público como para toda la sociedad en general.
Como antes he dicho, no es momento ahora de plantear un debate taxonómico odescriptivo acerca de las tribus urbanas, como son conocidas en los medios de información, o de las culturas juveniles como se denominan en un lenguaje que quiere ser más académico. Nos perderíamos seguramente en el simple repertorio de sus relaciones con determinadas ideologías de resonancias nazis, fascistas o anarquistas. O con movimientos de carácter antiglobalizador, ecologista o deportivo. O ensus conexiones con el mundo de las tendencias musicales modernas, o en los fenómenos de asentamiento de tecnologías emergentes, por no hablar de las manipulaciones más que evidentes de algunas de estas tribus que se producen por parte de asociaciones claramente delictivas o mafiosas que contribuyen a extender el uso de estupefacientes y se dedican a muchas otras actividades al margen de la ley.Destaca también en este intrincado asunto la colaboración más o menos consciente de determinadas bandas urbanas con grupos afines al terrorismo político y en general a los procesos independentistas o de filiación nacionalista fanática.
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Llegados a este punto, creo que lo que más nos interesa, a los efectos de suscitar después la reflexión, es proponer una serie de hechos que puedanorientarnos en el análisis. Un análisis que ha de continuar naturalmente mucho más allá de estas reuniones para tratar de atenuar y, si es posible, eliminar los efectos perversos de la actividad de estas bandas, sin olvidar naturalmente las causas que las posibilitan o las mantienen. En síntesis de urgencia, la utilización del término tribus urbanas en los medios informativos parece que comienza a mediadosde los años ochenta, y hasta entrada la década de los noventa se emplea raras veces por los medios de comunicación. Entre 1994 y 1996, se generaliza su uso, que se estabiliza a partir de 1997, momento en el que aparecen los nombres de ciertas bandas concretas en un proceso continuado de identificación progresiva de las características, señales externas y rasgos ideológicos de cada uno de los...
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