Tropecé de nuevo y con la misma piedra...
Cuántas veces hemos querido terminar con una relación que nos daña, esa que sabemos no nos conduce a ninguna parte. Nos decidimos a dejarla por el dolor y lafrustración que nos causa. Llevamos a cabo la retirada, tajantemente decimos ¡HASTA AQUÍ LLEGUÉ!, nunca más. Que genial cuando es así. Se sufre y al paso del tiempo se supera, lo cual nos permite quealguien más se acerque a nuestra vida, en pocas y breves, nos damos otra oportunidad. Pero que sucede cuando en lugar de terminar de tajo con algo que nos desgasta día a día, cedemos con el pretexto deque las cosas van a cambiar y volvemos a intentarlo. Y es justo ahí, que comienza una historia sin fin. Y pasan los años con el estira y afloja, terminando y recomenzando una y otra vez. Y así se nosva la vida.
Reflexionando al respecto he pensado... será falta de voluntad, o tal vez lo hacemos por conveniencia, será algún tipo de seguridad, es tal vez querer seguir en una zona de aparenteconfort, qué se yo. Sea como sea, y sea cual fuese la justificación que cada uno de nosotros queramos darle a esta cadena de patrones repetitivos de conducta, siempre, invariablemente detrás, a un lado yfrente a nosotros estará: EL MIEDO.
EL MIEDO. Ese tremendo temor a dejar nuestras costumbres. La sola idea de hacer algo distinto a lo que regularmente hacemos nos aterra. Ese apego, que de algunaforma nos mantiene anclados a seguir viviendo una y otra, y una vez más la misma experiencia por muy desagradable que esta sea.
Tristemente esto no se manifiesta solo con las relaciones personales,...
Regístrate para leer el documento completo.