Trozo De Espejo De La Abuela

EL TROZO DE ESPEJO DE LA ABUELA
Por Mr. I

Tomando otro sorbo de café y sin más preámbulos abrí la ventana del destrozado cuarto de Federico rememorando los últimos sucesos que habían transcurridoen su vida, situaciones que marcarían de forma indeleble la mía y sus futuras decisiones.

Su reloj se aferraba cada vez más a las cinco de la tarde, Federico se despertó como de costumbre despuésde lo que se había convertido su habitual siesta con un dolor intenso que martillaba su cabeza, éste sólo era posible mitigarlo con varias horas de sueño y muchas aspirinas, sin embargo Federico nolo hacía de la manera tradicional, Federico lo trataba con narcóticos, su elección favorita era la cocaína. Según Federico, su dolor traspasaba lo físico, su dolor era más profundo, se debía a laimagen de ese fantasma incesante que se posaba sobre su cabeza y revolvía sus sesos, él creía que tal vez se debía a un viejo desamor que marcó su carácter y su manera de obrar, pero ni él tenía certeza deaquello. En su cabeza ya bastante trastocada, que para esos momentos se encontraba casi en su totalidad dentro del inodoro sólo se hacía memoria de esa canción del antaño trovador de Cuba – “lo másterrible se aprende enseguida, y lo hermoso nos cuesta la vida”-. Esa frase era repetida con vehemencia todo el día por él en su afán por ganarle la partida a su adicción cada vez más crónica,Federico se arrepentía de haber encontrado varios meses atrás una felicidad espontánea en forma de varios gramos de polvo blanco que consumía lentamente su vida, y la de su madre que ya no sabía qué hacercon su único hijo.

Después de mirar la última raya de coca que embarraba el espejo que su madre había heredado de su abuela, Federico quiso incorporarse de nuevo, sin embargo él estaba todavía conalgo de “nota”, por ende, sólo pudo mover un poco su cabeza al lado izquierdo con demasiada dificultad para encontrarse nada más con unas gotas de sangre que se escurrían de su nariz y estaban...