trujillo plurilinguismo
estudiantes
Fernando Trujillo Sáez
Universidad de Granada
ftsaez@ugr.es
Introducción: la escuela que tenemos
¿Cómo es la escuela hoy? Responder a esta pregunta es el principio de todo
movimiento crítico, de toda posibilidad de mejora; resolverla nos permitiría potenciar
sus fortalezas y aliviar sus debilidades, en la creencia de que la escuela esuna
institución necesaria para el individuo y la sociedad.
Sin embargo, este intento de descripción es, entendido globalmente, imposible
para una única voz. La complejidad del sistema educativo, los múltiples agentes
implicados, las diversas interpretaciones del hecho educativo, sus variantes e incluso
sus contradicciones hacen que un individuo no pueda, y mucho menos en el espacio
de unas cuantashojas, aspirar a algo más que un simple boceto de unas cuantas
líneas en un inmenso lienzo en blanco.
Además, incluso estas líneas estarían acusadas por la subjetividad del autor.
En este sentido, mi visión de la escuela se construye desde mi formación de filólogo y
de profesor de lengua, desde mi labor en un centro de formación inicial del
profesorado, desde mi compromiso con un sentido tolerante ypluralista de las
relaciones sociales e interpersonales, desde mi residencia en una ciudad
explícitamente multicultural en la cual dos lenguas coexisten masivamente en el
espacio compartido de la calle y se separan en los espacios privados e institucionales.
A pesar de todo, puesto que cualquier propuesta didáctica se basa en una
teoría sobre la escuela, es importante hacer explícita cuál es esateoría para que la
propuesta sea claramente entendida y contextualizada. No atribuye esto ninguna
aspiración de verdad descriptiva ni ningún carácter global a la propuesta, sino que más
bien pretende simplemente exponer algunas impresiones para después poder
construir sobre ellas.
La escuela hoy, pero también históricamente, está sometida a dos fuerzas a
veces complementarias y a veces opuestas.Por un lado, está la fuerza de la
economía; por otro lado, la fuerza de la diversidad. La primera de las fuerzas es la que
nos anima, por ejemplo, a introducir el discurso de las competencias en la escuela; la
segunda es la que nos recuerda, entre otras cosas, la importancia de ofrecer una
educación de calidad para todos, ciudadanos o no de un país.
Evidentemente estas dos fuerzas pueden sercomplementarias: la atención
educativa al alumnado de origen extranjero tiene, entre otros objetivos, la capacitación
para el mundo del trabajo; el discurso de las competencias puede y debe beneficiar a
todos los estudiantes. Economía y diversidad no son conceptos necesariamente
antagónicos.
La tensión se genera cuando la fuerza de la diversidad parece invadir el
espacio ideológico que sostiene lafuerza de la economía (González Vázquez, Nuñez
Delgado y Trujillo Sáez, 2007). Frente al modelo ilustrado de Estado-nación-lenguaescuela, la diversidad plantea otras combinaciones que afectan al núcleo central de la
ideología imperante: ¿quién es un ciudadano?¿cuáles son los derechos de un nociudadano?¿qué lengua debe hablar?¿qué escuela se le debe ofrecer?
Esta tensión es vivenciada con una intensidadespecial en el ámbito de la
enseñanza de idiomas. Por un lado, la fuerza de la economía ha promovido el inglés
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Plurilingüismo en el aula: las lenguas de los estudiantes
como lengua global1, es decir, como lengua de todos y como lengua única, ocultando
para ello el hecho de que los hablantes de inglés como lengua materna son los
principales beneficiados por este uso internacional de sulengua2. Por esta razón, el
aprendizaje del inglés es una cuestión irrenunciable en cualquier sistema educativo
sostenido por una economía de mercado.
Por otro lado, la fuerza de la diversidad promueve, al menos en Europa, la
corriente del plurilingüismo que nos habla, aunque con diversas interpretaciones, de
cómo el individuo es capaz de incorporar distintas lenguas a su bagaje comunicativo
desde...
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