TSU DISEÑO CIVIL
La desvergüenza volvió pusilánimes a quienes siguen adormitados justificando de esa manera su actitud muda, ciega y sorda frente al desmadre administrativo, impúdica e impunemente amparado por el régimen.
ANTONIO JOSÉ MONAGAS – ANALITICA.COM
MIÉRCOLES, 12 DE JUNIO DE 2013
CRISIS DE GOBERNABILIDAD
La historia política contemporánea venezolana, se quedó corta allado de las realidades trazadas en el curso del proceso de descomposición gubernamental al que se ha llegado después de casi quince años de inducir problemas de profunda penetración en el tejido social del país y en el aparato público administrativo. En principio, pareciera que no hay punto de comparación a partir del cual es posible cotejar situaciones con el único propósito de comprender el gradode depauperación logrado a consecuencia de las bajas pasiones políticas que se desbordaron del cauce que, aguas abajo, pudo haberse contenido con el esfuerzo de un sistema político que, sin ser perfecto, pudo fijar algunos puntales de la estructura institucional democrática.
Aunque el análisis político comparativo permite atar los cabos sueltos que van arrojándose al paso del tiempo, lassecuelas de los recientes empellones que traicioneramente ha recibido el país han dejando serias laceraciones no sólo en la piel de la sociedad. También, en la forma de ejercer la política. Razón por la cual el comportamiento de quienes se encargaron de enrumbar la nación, se obnubilaron a tal velocidad que sus efectos incidieron en crasos desarreglos que, incluso, no han podido revertirse.Precisamente, por la actitud irresponsable y el hambre inquisidora gubernamental para la cual no hay límites que moderen el impulso destructivo que azotó la ética social y la moral ciudadana.
Los hechos hablan solos. Sin pretender ser pesquisas políticos, es sobradamente sencillo advertir la dantesca realidad que unge al país. Desde las situaciones de violencia e inseguridad por la que son asesinados ygolpeados a diario cientos de venezolanos, hasta entender que Venezuela está dirigiéndose a un degolladero pintado, pero no de rojo por la sangre derramada. Peor aún, por la encerrona de un régimen que pintó de color rojo los barrotes y paredes de la celda dentro de la cual aprisionaron las libertades y los derechos fundamentales del venezolano.
En medio de la gravedad que ha inundado al país,luce absurdo vivir desapercibido de cara a un ingreso petrolero que resulta dilapidado en manos de dirigentes corruptos. Y que son tan cínicos, que se atreven a hablar de socialismo como “la manera de salir de esa especie de atrofia que ha permitido que una gran mayoría viva en situaciones de precariedad y pobreza donde la riqueza del rico significa la pobreza del pobre”. Aunque también ladesvergüenza volvió pusilánimes a quienes siguen adormitados justificando de esa manera su actitud muda y ciega frente al desmadre administrativo, impúdica e impunemente estimulado por el régimen.
El freno al desarrollo económico y social de la nación, no tiene parangón. Se refleja en los indignos resultados de una gestión de gobierno incapaz. Según los índices que reporta el World Economic Forum yel Índice Global de Competitividad, Venezuela cayó al puesto 134 de 144 en capacidad de innovación. Al 144, en procura de equipos de alta tecnología. Bajó al puesto 120 de 140, en calidad de enseñanza de matemática y ciencias. Tiene el lugar 122 de 144, en calidad del sistema educativo. El 128 en calidad de carreteras y 139 en infraestructura de puertos. Ocupa el último en eficiencia de mercado.Es el peor en independencia judicial así como en el índice de instituciones. Y encima de todo, Venezuela cayó al puesto 126 en el índice de competitividad detrás de Uganda, Bangladesh, Etiopía, y demás países a los cuales aventajaba considerablemente. Entonces ¿qué significa todo esto? Sin duda, el caos rojo. La descomposición de la nación forjada a paso de vencedores. La anomia (degradación...
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