Tsunamis
olas de gran energía y de tamaño variable
que se producen cuando algún
fenómeno extraordinario desplaza verticalmente una gran
masa de
agua. Este tipo de olas remueven una cantidad de agua muy superior a las olas
superficiales producidas por el viento. Se calcula que el 90% de estos fenómenos son
provocados por
terremotos, en cuyo caso reciben el nombre más correcto y preciso de
«maremotos tectónicos».
La
energia de un maremoto depende de su
altura, de su longitud de
onda y de la longitud de su frente. La energía total descargada sobre una zona costera también dependerá de la
cantidad de picos que lleve el tren de ondas. Es frecuente que un tsunami que viaja grandes distancias, disminuya la altura de sus olas, pero siempre mantendrá una velocidad
determinada por la profundidad sobre la cual el tsunami se desplaza. Normalmente, en el caso de los tsunamis tectónicos, la altura de la onda de tsunami en aguas profundas es del
orden de 1.0 metros, pero la longitud de onda puede alcanzar algunos cientos de kilómetros.
Esto es lo que permite que aún cuando la altura en océano abierto sea muy baja, esta altura crezca en forma abrupta al disminuir la profundidad, con lo cual, al disminuir la velocidad de
la parte delantera del tsunami, necesariamente crezca la altura por transformación de energía cinética en energía potencial. De esta forma una masa de agua de algunos metros de altura
puede arrasar a su paso hacia el interior.
De los diversos
tsunamis
que se han registrado en la costa peninsular, el más conocido es el que tuvo lugar en 1755, asociado al
terremoto de Lisboa
, y que dio lugar a inundaciones
en las costas de España, Portugal y Marruecos. La fuerza de los tsunamis se mide por su longitud de onda, o distancia que separa dos crestas sucesivas, y puede alcanzar los 400
kilómetros frente a longitudes de onda que van de medio metro a 300 metros en las olas ...
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