tu rostro, mi rotro

Eclesiástico 34, 3-4.
“Espejo y sueño son cosas semejantes, frente a un rostro, la imagen de un rostro. De lo impuro, ¿puede salir algo puro?; de la mentira, ¿puede salir algo verdadero?
Ben sirá manifiesta en esta perícopa el deseo de que, quienes se acerquen a leerlo, adquieran la sabiduría necesaria en el encuentro comunitario, en la sociedad y es donde nos detenemos hoy paraperfeccionarnos en el seguimiento hacia aquel que se nos muestra como presencia escondida y como presencia eterna. Ahora, Imagínate en este momento que quien está a tu lado no tuviera rostro… imagínate que te diriges al espejo y no puedes verte, porque no tienes rostro… ¿qué sería del ser humano sin rostro? ¿Qué sería del encuentro con el otro si no es cara-a-cara, rostro-a-rostro?
El rostro es manifestación,es presencia, es luz, es esencia, es representación, es donde aparece el otro como otro y a través del cual nos presentamos como interioridad, como yo, como ser original y autentico, nos manifestamos a los demás como persona, como realmente somos. En el rostro transmitimos aquello inexplicable, aquello que nos delata como realidad existente y es entonces cuando descubrimos que no todos los rostrosmanifiestan lo mismo, sino que detrás de cada rostro encontramos una historia, encontramos una vida, encontramos una realidad concreta que se me manifiesta y que busca ser conocida y reconocida por los demás. Cada rostro es la manifestación de un sentimiento, de una emoción, de un ideal, de una vida, de una luz; en cada rostro encontramos sensaciones y emociones diferentes que muchas veces sequieren ocultar, por el simple temor de desnudar ese rostro ante los demás y entonces es donde se quiere evitar el contacto con otro rostro que me penetra y que me profundiza, es entonces el temor de desnudar, de desengañar nuestro rostro de un sueño donde lo mostramos como una simple imagen, más no el ser verdadero de ese rostro, porque como lo dice el salmo 104: “si escondes tu rostro, se espantan,porque no hay presencia”. Y es ese rostro seducido por una mentira inventada y engendrada en el interior y que se muestra a los demás y quiere engañarlos a través de las palabras, que son sólo mentiras que no pueden abarcar la totalidad de la manifestación del rostro. Y entonces, ¿cómo aparezco ante los demás? ¿Cómo trato de mostrarme ante los otros y ante Dios, el rostro sin rostro? ¿Juego conlas palabras para tratar de ocultar una realidad presente ante el rostro de quien interactúa conmigo? ¿Qué mascaras tengo para presentarme ante mi familia, ante mis amigos, ante el seminario, ante las personas de la calle, ante Dios? ¿Con qué mascaras me muestro ante los demás? Y si envuelvo mi rostro en una máscara o en un juego de palabras que tratan de ocultar mi yo interior, ¿para que elcontacto con el otro, para qué el encuentro cara-a-cara, para que el mirar a los ojos? ¿No sería mejor una comunicación a-personal, sin encuentro? ¿No sería mejor un mundo sin rostro? ¿No sería mejor que cada uno de nosotros fuéramos un “anónimo” para los demás y no nos identificáramos como somos?
Pues aunque sea o no sea mejor un encuentro así, lo único verdadero es que es necesario ese selloirrevocable, único y autentico: nuestro rostro. Aunque sea bello, o no tan bello, oblicuo, alargado, o con la forma que sea, pero es lo que nos identifica a nosotros ante los demás, es nuestra carta de presentación. Y es por eso que el contacto y la presencia de ese rostro se hace necesaria, pues inconcebible sería el caminar sin rostro, el no reconocer al otro, no tendría sentido que en una fotografía seretrate el rostro como la totalidad de la persona, sino más bien una mano o la espalda, u otra parte de nuestro cuerpo. Nuestro rostro es tan necesario que es la imagen, es el espejo de nuestro ser, de nuestra esencia como ser humano, es la fotografía que nos identifica ante la sociedad.
Pero entonces, lo que realmente es urgente, necesario y real en este momento es querer salir de ese engaño,...