Tuición infantil

Nuestra sociedad nacional reconoce abierta y prácticamente sin cuestionamientos, la relevancia de la madre en el cuidado de los hijos. No obstante, la concepción de una vida y su desarrollo posterior no es una función exclusiva de la mujer, también es de competencia del progenitor masculino. Esta situación, además, debe ser contextualizada en el hecho de que en Chile un 50,2% de los nacimientosestá ocurriendo fuera del matrimonio, con un alto índice de hogares monoparentales y porcentajes de rupturas y separaciones matrimoniales de entre un 12 y un 20%.
El inicio de la paternidad es más tardío que el de la maternidad. En efecto, los cambios físicos que experimenta la madre durante el embarazo la predisponen a generar un vínculo temprano con el niño en gestación. Por su parte, el hechode transformarse en padre suele ser un proceso más largo que se inicia, al menos psicológicamente, cuando se toma la decisión de querer tener un hijo. En el periodo de gestación, ser padre es sólo una idea y un sentimiento, puesto que el hijo es, cuanto mucho, un proyecto. El nacimiento marca el punto de inflexión para el establecimiento de la conexión emocional entre padre e hijo (a), fundamentalpara asumir la condición de tal con mayor plenitud. Consecuentemente, múltiples estudios e investigadores, avalan la tesis de que hombres y mujeres tiene capacidades parentales similares, sin perjuicio de que las ejerzan de manera diferente. A modo de ejemplo, en el caso del juego el padre es más explorador, tendiendo a fomentar en el hijo la confianza en sí mismo y la tolerancia a lafrustración, en especial cuando la novedad de la exploración no da los resultados esperados. La madre frente al juego adopta una postura más conservadora que no estimula los desarrollos señalados en el caso del padre.
A nivel del manejo disciplinario, la madre es impositora y busca establecer las consecuencias sociales de la mala conducta; en tanto el padre, impone una disciplina menos emocional,impersonal y mecánica. Si bien estos ejemplos revelan diferencias en el modo de relacionarse con los hijos y sus efectos en la crianza que manifiestan padres y madres, solo tienden a consolidar la postura de que sus roles son complementarios y que ninguno de ellos está por sobre el otro en cuanto a las capacidades y competencias requeridas para asumir el cuidado de los hijos.
Independiente del sexo delprogenitor, lo significativamente importante a la hora de hacerse cargo de los hijos, es lo que la psiquiatría ha denominado “Paternidad Comprometida”. Este concepto se refiere a ciertas características presentes o ausentes en las relaciones parentales, entre ellas: manifestar sentimientos y conductas responsables frente a los hijos; sentimiento de compromiso emocional; estar físicamenteaccesible; proporcionar apoyo material para el desarrollo y cuidado de los hijos; ejercer influencia en las decisiones de crianza de los hijos.
La responsabilidad es una tarea que asumida correctamente despierta en los niños mayor confianza a la hora de enfrentar sus procesos de crecimiento y maduración. Si se acompaña de un fuerte compromiso emocional, se produce una estimulación que aportadefinitivamente en el manejo del autocontrol por parte de los hijos. Un niño seguro y con capacidad de autocontrol, tiene mayores oportunidades de desarrollar su competencia cognitiva, en especial, cuando sus requerimientos materiales también se encuentran adecuadamente cubiertos. Un padre y/o madre presente que tiene postura frente a las decisiones de crianza, se convierte en un modelo y guía confiablepuesto que conoce las características de sus hijos y puede apoyarlos en sus distintos procesos a lo largo de la vida.
En síntesis, la paternidad comprometida tiene efectos positivos sobre los hijos en todos los ámbitos, destacándose una mayor capacidad cognitiva, mayor empatía, mejor autocontrol y manejo más abierto de la sexualidad.

Tanto la psicología clásica (Freud, Carl Rogers, Abraham...