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Cuando somos niños siempre intentamos crecer. Ser fuertes y altos como papá e inteligentes, sabios y detallistas como mamá.

Todos los días deseamos vivir en ese mundo donde todo se pinta tanfácil. Donde podremos hacer lo que nos plazca y cuando nos plazca sin que nadie nos regañe. Donde entre más dinero tengamos más cosas “padres” podremos comprar.

Cegados por la ilusión no vemos larealidad de este “mundo” tan gris, no somos conscientes de las ataduras que tiene el ser adulto, los límites que impone la sociedad que no nos dejará ser nosotros mismos, siempre dependientes de un mundofísico en el que la mercadotecnia siempre manda, en donde el dinero lo es todo y se vive en una constante competencia por ser alguien en la vida.

Ese mundo que olvidó la magia de ser niño, que olvidólas hadas, las princesas, los dragones y los castillos, que no recuerda esa gran ilusión de despertar cada 25 de Diciembre emocionado por abrir los regalos que el mismo Santa Claus había traído a sucasa desde el Polo Norte. Ese adulto que ya no cuenta con pensamiento lateral y es incapaz de convertir una sábana y un sillón en una casa y un poco de pasto, tierra y agua en un gran platillo.

Elcambio hacia la adultez es inevitable, pero hay que intentar hacer ese cambio de manera gradual y ya siendo adultos no perder ese niño que vive dentro de nosotros.

Como dice una frase del libro ElPrincipito: "Todas las personas mayores han sido, primero, niños. Pero son pocas las que lo recuerdan".

Hay que recordar que la vida es un juego, no una competencia. Hay que verla desde el punto devista de un niño, se tiene que jugar la vida no pelearse por el marcador final.

Si manipulamos la realidad con la imaginación y podremos ser siempre quien queramos ser y lograr todo aquello quenos propongamos.

Un niño es creador, porque es niño. Hay que recordar todas esas travesuras que hicimos de niños, las veces que jugamos en la tierra, cuando imaginábamos a ser superman.

De eso...