Turismo Sexual
Páginas: 15 (3507 palabras)
Publicado: 13 de noviembre de 2015
Turismo Sexual, Artistas y Tras-humanismo
La natural atracción entre los polos opuestos tuvo inmediatas consecuencias globales, como casi todo en estos tiempos. En el ámbito mediático este movimiento fue denominado “turismo sexual”, pero estas migraciones son bien conocidas en el ámbito animal, donde los osos pardos, por ejemplo, son capaces de detectar a una hembra en celo a ocho kilómetros dedistancia; dadas sus capacidades tecnológicas, el ser humano fue capaz de recorrer ocho mil kilómetros de distancia en busca de hembras femeninas.
Los derrotados machos occidentales fueron recibidos con las piernas abiertas por las mujeres de medio mundo subdesarrollado, deseosas de esos hombres tan “bien educados y con tanto dinero”. Las fantasías de las mujeres del sudeste asiático y elCaribe se materializaban en príncipes azules venidos de latitudes más frías. Como quiera que los hombres occidentales habían olvidado la seducción, tenían mucha prisa por hacer lo que no podían en su país y soltaban con facilidad el dinero, las mujeres de muchos países, acuciadas por la pobreza y animadas (en algunas ocasiones) por una cultura tropical más permisiva con el sexo que la cristiana,entablaron una competencia por conquistar al hombre occidental que desembocó en una industria de la carne humana y los instintos primarios.
De esta forma, la globalización desbarató el orden moral de esas sociedades, conduciendo a la prostitución más o menos encubierta a una parte de las féminas, y extendiendo, de paso, la homosexualidad a lugares donde, como en todas las culturas humanas modernas, seconsideraba un mal. Así, la aparente victoria feminista sobre el hombre occidental se convirtió en una lacra para algunas mujeres del mundo subdesarrollado y para los hombres de esas sociedades, por supuesto, que perdieron a sus hembras; otras, las menos, consiguieron su sueño de salir de la pobreza de la mano de ese príncipe azul, tan bien educado para el trato con las mujeres, en comparación consus machos paisanos. Pero la mujer, algunas mujeres occidentales, tampoco se quedaron quietas.
La profusión de mariquitas en el mundo occidental fue tal que originó una verdadera conmoción entre las mujeres, al verse sin machos que las completaran. Por un lado, se produjo un éxodo migratorio en periodos vacacionales hasta “latitudes machistas” (fundamentalmente, el Caribe, pero también el Áfricanegra y, en menor medida, los países islámicos) a la caza de sementales; por otro, se extendió el lesbianismo como remedio para esa falta de machos. De alguna manera, el comienzo del milenio significó la quiebra del orden natural, de entendimiento entre los géneros, la base de la Vida. La ruptura del orden en el arte de la conquista descabaló todos los presupuestos que habían constituido laespecie humana. Y desde las pantallas se lanzaban los mensajes claramente, a poco que uno estuviera dispuesto a verlos.
En el otoño del 2003, con ocasión de la entrega de los premios Emmy, vimos por las pantallas cómo la inmejorable vendedora Madonna se besaba en los labios con sus “hijas putativas”, las también cantantes del marketing, Britney Spears y Cristina Aguilera, durante una gala de laindustria musical de claro corte Iluminati.
La celebración de la homosexualidad ante las cámaras de medio mundo se ha saldado con un éxito total. Al día siguiente son portada de todos los periódicos y el matrimonio homosexual se convierte en una realidad más en todos los países, uno a uno.
No falla: si el yang se vuelve yin, el yin ha de volverse yang. Los creadores de la psicología conductista(Pavlov, Skinner, Watson) no se creerían que el paroxismo de la maquiavélica ciencia que pusieron en marcha fuera la extensión de la homosexualidad, por efecto de la repetición de este estímulo, envuelto en la aureola de lo chic, una vez más, “el glamour”, la Moda. Pues sí, la respuesta condicionada al estímulo homoerótico fue la homosexualidad de una buena parte de los seres humanos.
En el marasmo...
La natural atracción entre los polos opuestos tuvo inmediatas consecuencias globales, como casi todo en estos tiempos. En el ámbito mediático este movimiento fue denominado “turismo sexual”, pero estas migraciones son bien conocidas en el ámbito animal, donde los osos pardos, por ejemplo, son capaces de detectar a una hembra en celo a ocho kilómetros dedistancia; dadas sus capacidades tecnológicas, el ser humano fue capaz de recorrer ocho mil kilómetros de distancia en busca de hembras femeninas.
Los derrotados machos occidentales fueron recibidos con las piernas abiertas por las mujeres de medio mundo subdesarrollado, deseosas de esos hombres tan “bien educados y con tanto dinero”. Las fantasías de las mujeres del sudeste asiático y elCaribe se materializaban en príncipes azules venidos de latitudes más frías. Como quiera que los hombres occidentales habían olvidado la seducción, tenían mucha prisa por hacer lo que no podían en su país y soltaban con facilidad el dinero, las mujeres de muchos países, acuciadas por la pobreza y animadas (en algunas ocasiones) por una cultura tropical más permisiva con el sexo que la cristiana,entablaron una competencia por conquistar al hombre occidental que desembocó en una industria de la carne humana y los instintos primarios.
De esta forma, la globalización desbarató el orden moral de esas sociedades, conduciendo a la prostitución más o menos encubierta a una parte de las féminas, y extendiendo, de paso, la homosexualidad a lugares donde, como en todas las culturas humanas modernas, seconsideraba un mal. Así, la aparente victoria feminista sobre el hombre occidental se convirtió en una lacra para algunas mujeres del mundo subdesarrollado y para los hombres de esas sociedades, por supuesto, que perdieron a sus hembras; otras, las menos, consiguieron su sueño de salir de la pobreza de la mano de ese príncipe azul, tan bien educado para el trato con las mujeres, en comparación consus machos paisanos. Pero la mujer, algunas mujeres occidentales, tampoco se quedaron quietas.
La profusión de mariquitas en el mundo occidental fue tal que originó una verdadera conmoción entre las mujeres, al verse sin machos que las completaran. Por un lado, se produjo un éxodo migratorio en periodos vacacionales hasta “latitudes machistas” (fundamentalmente, el Caribe, pero también el Áfricanegra y, en menor medida, los países islámicos) a la caza de sementales; por otro, se extendió el lesbianismo como remedio para esa falta de machos. De alguna manera, el comienzo del milenio significó la quiebra del orden natural, de entendimiento entre los géneros, la base de la Vida. La ruptura del orden en el arte de la conquista descabaló todos los presupuestos que habían constituido laespecie humana. Y desde las pantallas se lanzaban los mensajes claramente, a poco que uno estuviera dispuesto a verlos.
En el otoño del 2003, con ocasión de la entrega de los premios Emmy, vimos por las pantallas cómo la inmejorable vendedora Madonna se besaba en los labios con sus “hijas putativas”, las también cantantes del marketing, Britney Spears y Cristina Aguilera, durante una gala de laindustria musical de claro corte Iluminati.
La celebración de la homosexualidad ante las cámaras de medio mundo se ha saldado con un éxito total. Al día siguiente son portada de todos los periódicos y el matrimonio homosexual se convierte en una realidad más en todos los países, uno a uno.
No falla: si el yang se vuelve yin, el yin ha de volverse yang. Los creadores de la psicología conductista(Pavlov, Skinner, Watson) no se creerían que el paroxismo de la maquiavélica ciencia que pusieron en marcha fuera la extensión de la homosexualidad, por efecto de la repetición de este estímulo, envuelto en la aureola de lo chic, una vez más, “el glamour”, la Moda. Pues sí, la respuesta condicionada al estímulo homoerótico fue la homosexualidad de una buena parte de los seres humanos.
En el marasmo...
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