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LECTURAS

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Fracturas y negaciones
✍ CARLOS LÓPEZ D. (*)

Imágenes difusas, estructuras asépticas, soledad, vida interior, imaginación, La casa de cartón, de Martín Adán –luego de 75 años de su publicación–, convoca a reflexiones acerca de su importancia en la renovación de la narrativa peruana. Su modelo de ciudad estambién nuestro destino: entre sus calles, sus límites, sus semáforos, el encierro en lo personal se torna una salida existencial.

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(*) Docente de la Universidad de Lima. Autor de los poemarios Lejos de todas partes (1994) y Retratos de un caído resplandor (2002).

unque La casa de cartón resulta ser una breve novela –o un poema en prosa, como han querido ver ciertos críticos atendiendo sobretodo al peculiar lenguaje empleado y a la casi ausencia de un hilo argumental– es, sin duda, el texto que por primera vez, en el proceso de nuestra narrativa, se sustenta en la visión de un adolescente que percibe una borrosa ciudad desde la neblina de Barranco, y lucha entre el arraigo de una fuerte tradición y los atisbos de una modernidad que empieza tímidamente a vislumbrarse. Por otro lado,esta breve novela aparecida en 1928, cuando los cánones narrativos estaban regidos en el Perú e Hispanoamérica por el indigenismo y regionalismo, respectivamente, le otorga a la literatura peruana un aura de renovación que anticipa las grandes transformaciones que sufriría la narrativa en nuestra lengua a partir de la década de 1940. Ya Mariátegui rastreaba sus filiaciones –Cocteau, Radiguet– y LuisAlberto Sánchez en el prólogo a la misma edición declaraba que De la Fuente era la vanguardia, por su frescura de imaginación, por su dislocamiento, por su humorismo, por su deportismo en el estilo. Ambos autores enfatizan también su aristocratismo decadente y falta de compromiso con el futuro, pero esto es, sin ignorar las posibles funciones sociales y políticas que muchos le exigen a la creaciónartística, un problema extraliterario. El crítico Bendezú Aibar

“Una visión ambivalente de la ciudad, y de los códigos sociales y culturales que la rigen, sustenta su actitud.”

destacó igualmente el decisivo carácter excéntrico de este texto que abre su prosa a rumbos desconocidos y que aporta, entre muchos aspectos, el experimentalismo y las innovaciones formales, la preocupación por lavida consciente e inconsciente, el debi-

litamiento de la estructura narrativa y los elementos objetivos, la eliminación de un narrador omnisciente, el uso fecundo de la introspección, etcétera. Al reconocer la intencionalidad y funcionalidad de estas rupturas, el crítico afirma sin dificultad que:

“La casa de cartón aparece todavía en plena modernidad, cuando el modernismo hispanoamericanoparecía estar agotándose, cuando en realidad estaba abriéndose hacia un modernismo de vanguardia; por eso, la novela de Martín

12 I Lima, lunes 7 de julio de 2003

LECTURAS

Adán es fin de una etapa en el proceso de desarrollo de la novela peruana, y comienzo de otra etapa que, a causa de otra ruptura de signo realista o regionalista, tendría que esperar algunos años todavía para su plenafructificación en una nueva novela.” Puede interpretarse este “comienzo” no sólo como el fructífero hallazgo de una nueva escritura ajena a los cánones regionalistas y realistas, sino como el feliz nacimiento de un sujeto literario, el adolescente urbano, que nutrirá una importante porción de la narrativa peruana de este siglo. Los 39 fragmentos de este libro comienzan con el monólogo de unadolescente que desde la humedad y desdibujamiento del invierno recuerda, por medio de un conjunto de experiencias discontinuas rememoradas, un verano que es para él espacio de autorreconocimiento. La aventura de este personaje bifronte –en realidad, más que distinguir al narrador y Ramón como dos sujetos independientes es conveniente asumirlos como un “yo” que se desdobla en un “otro” y que forman a...