Turismo
Tradicionalmente el turismo ha sido analizado desde perspectivas estructurales, derivadas del enfoque geográfico o económico. Pero la realidad cambiante de la nueva época globalizada y entramada, nos plantea la necesidad de abordar esa actividad desde los enfoques siguientes:
a) Las transformaciones mismas de los procesos turísticos y
b) La ética delturismo, asociada la sustentabilidad de los ecosistemas y a los aspectos culturales.
En este sentido, es evidente el proceso de cambios que muestra la evolución del turismo; desde su percepción como un proceso dinamizante de laeconomía, hasta un fenómeno que construye un nuevo espacio, a partir de una perspectiva individual y de sus interacciones socio-territoriales y psicosociales. El empleo delenfoque estrictamente económico, hizo del turismo un prisionero de la batería de modelos que se han dedicado a determinar su "localización", "ciclo de vida" como "producto" económico, formación de clúster turísticos y de la realización de análisis de los impactos del turismo en el resto de la economía; tales como la creación de empleos directos, la generación de efectos multiplicadores o la formaciónde polos de "desarrollo turístico" (Miossec y Pearce, citados por Hirenaux (2008).
El Turismo como fenómeno bidimensional
Nuestra propuesta intenta visualizar el turismo como un fenómeno social que se manifiesta en dos dimensiones (Camacaro, 2008), una de ellas seestructura con los aspectos materiales del producto turístico (paisajes, infraestructura, planta receptiva,instalaciones, servicios complementarios, y la performance técnica ejecutada por los prestadores) y la otra relacionada con los aspectos no tangibles, esto es, lo inmaterial psicológico (amabilidad, disposición al servicio, solidaridad, discreción, velocidad de respuesta, respeto al medio ambiente y a la pluralidad cultural preservando la propia, en lo cual también se presume como primordial el bienestar de las poblacioneslocales) constituido por un conjunto de factores que en realidad son actitudescívicas positivas. Por tanto, conforman una ética de la actividad que deriva de una excelente formación social y ciudadana.
En este contexto, se puede inferir que para desarrollar el turismo en forma sustentable y exitosa es indispensable que la población anfitriona o receptora posea una formación ciudadana básica que seexprese en una cultura del aseo y cuidado personal, de la limpieza ambiental, que respete losderechos humanos y los principios democráticos (libertad de opinión, pluralidad de pensamiento, tolerancia racial y religiosa entre otros). Es decir, los anfitriones o comunidades receptoras deben poseer o desarrollar una ética o conjunto de actitudes universales positivas. Desde este enfoque, ese conjuntode intangibles conforman la otra dimensión del turismo que debe acompañar a la buena ejecución técnica para convertir a la "prestación de un servicio turístico" en un "servicio turístico con calidad deseable".
Por su parte, Hirenaux (2008) señala que, más allá de las consideraciones geográficas y económicas, el acto turístico es un acto individual, ejecutado en un contexto social, un actosocietario, y como tal responde, primero que nada, a toda una serie de procesos -psicosociales- que se derivan del funcionamiento mismo de la sociedad que visita el turista.
Entre estos procesos pueden mencionarse aquellos que son más evidentes: la legalidad de la movilidad internacional de los individuos, (cierre o apertura de las fronteras); el eventual miedo (debido al auge del terrorismo yla delincuencia común) o la emoción de explorar otros espacios. También pueden considerarse la estructuración social y los ingresos personales (que definen la disponibilidad de tiempo y recursos financieros; dos elementos imprescindibles para el viaje), entre otros.
Además, entre los imaginarios sociales más relevantes de la época actual, podemos mencionar la "multi-residencia", como valorización de...
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