Turistas y vagabundos

Cuando me invito a dar esta conferencia, el profesos Hunter me pidió que intentara responder a la cuestión de cómo la fragmentación, la desinstitucionalización y el subjetivismo (entre otros procesos) qué se despliegan en la vida social contemporánea se ven mediados en el seno de las estructuras de la vida cotidiana.

Después de todo, las filosofías de los filósofos, las síntesis de lossintetizadores, las teorías de los teóricos sólo revelan su sentido (siempre y cuando tengan sentido) si se les considera como intentos de ordenar lo desordenado, simplificar lo complejo, destemporalizar lo temporal, y aquí lo ordenado y lo simple y lo atemporal es la teoría y lo desordenado y lo complejo y lo históricamente determinado es la experiencia en la que estos, en tanto que habitantes de sutiempo y su lugar, se hallan inmersos. Las teorías suelen ser contenedores brillantes y bien construidos creados para contener los contenidos cenagosos y turbios de la experiencia. Pero mantenerlos ahí, sus paredes deben ser duras; también, tienden a ser opacas. Resulta difícil atisbar los contenidos de la experiencia a través de las paredes de la teoría. Con frecuencia hay que perforar las paredes– desconstruirlas – descomponerlas – para ver qué es lo que ocultan en su interior.

¿Qué es un gran filósofo? Solía ser habitual medir la grandeza de los filósofos en función de su destreza a la hora de atar cabos sueltos, cerrar debates, pronunciar veredictos que rezumaran un aire de conclusividad y, por lo demás, conducir a la filosofía a un final. La filosofía alcanzo efectivamente su final,todo lo que merecía decirse se ha dicho, nada que todavía no se haya dicho merece decirse, tenemos todas las repuestas pero ya no tenemos mas preguntas…

¿Qué es lo que estamos haciendo cuando afirmamos que la verdad de los novelistas es mejor que la verdad del filósofo? ¿Estamos exponiendo un hecho que hasta la fecha ha escapado a la mirada de los filósofos modernos? ¿Un hecho que habríanpodido ver de no haber estado apartando neciamente la vista? ¿O estamos por el contrario descubrieron algo nuevo, que no estaba antes ahí? ¿O algo que, de estar ahí, era demasiado marginal, débil, taciturno o de todos modos insignificantes como para aceptar la atención? En otras palabras: ¿Estamos hablando de una transformación en la filosofía o en la experiencia vital sobre la que filosofamos?
En supapel tradicional de curadores y legisladores del sentido común, los filósofos tenían que cercenar y separar sus propias prácticas de las prácticas del hombre común, de modo que se pudieran contraponer las unas a las otras. El resultado de esta operación era, naturalmente, la aparición de las prácticas de los no-filósofos como no filosóficas.

La ausencia de filosofía en las prácticas de vidahabría constituido una evidencia banal si no fuera por la determinación de ignorar su existencia y/o negar sus credenciales. Hoy en día, es de una evidencia banal que la experiencia común no es en absoluto tal y como la pinto la filosofía moderna (ni, en efecto, tampoco la sociología): ni el vacio a la espera de verse colmado de sentido, ni el plasma informe al que han de dotar de formaprofesionales pertrechados de un savoir-faire hermenéutico. Que la experiencia, por el contrario, viene desde el principio dotado de sentido, interpretada y comprendida por aquellos que están imbuidos en ella: siendo esta plenitud de sentido, esta interpretación y esta comprensión su modo de ser.

Resulta bastante probable, aunque no venga demasiado al caso, que la experiencia humana haya tenido en todaslas épocas el carácter que hoy en día no parece evidente. El problema, sin embargo, es que solo bajo determinadas condiciones se hacen las cosas, hasta las más ubicuas y obstinadamente presentes, evidentes.

Únicamente sobre una transformación decisiva en las circunstancias vitales: a saber, la destemporalizacion del espacio social. La proyección de la diferencia espacial, contemporánea, sobre...