turquia

Un plan urbanístico en Estambul prevé la destrucción del céntrico parque Gezi, del que se talaron varios árboles la semana pasada. Lo que comenzó como una protesta pacífica contra este hecho, hadesembocado en unas encendidas protestas desde el pasado viernes en diversas ciudades del país, aunque hoy parece volver poco a poco una tensa calma.
En principio, se anunció que el parque desapareceríapara dejar hueco a un centro comercial y viviendas, aunque ahora el primer ministro Recep Tayyip Erdogan ha asegurado que no se construirá ese centro comercial. "No hay ningún proyecto concreto", haafirmado según Reuters, pero sí derribará un centro cultural y construirá una mezquita además de otras edificaciones.
¿Cuál es el trasfondo de las quejas?
"Ya no se trata del parque, sino deuna lucha contra la actitud dictatorial del Gobierno: cada vez que tres o cuatro colegas se manifiestan por algo, mandan un blindado de la policía", ha denunciado Melike, una estudiante que ha acudido alimpiar la basura provocada por las protestas en el ya simbólico Parque Gezi, a la agencia EFE.
En un país de mayoría musulmana que ha presumido durante mucho tiempo de su laicismo, no han sentado nadabien las recientesrestricciones a la venta de alcohol y advertencias contra las muestras de afecto en público.
La ONG Human Rights Watch (HRW) denuncia que esta violenta respuesta policial se haproducido inicialmente contra unas protestas pacíficas. "La falta de respeto del Gobierno al derecho de manifestación está alimentando el descontento entre la gente deTurquía", ha asegurado EmmaSinclair-Webb, investigadora sénior de HRW en ese país.
¿Cómo responde el Gobierno de Ankara?
Gases lacrimógenos, balas de caucho y cañones de agua han servido para dispersar a cientos de manifestantes,también a una muchedumbre que intentó llegar el domingo a la sede del Ejecutivo en Ankara. Los gases lacrimógenos han llegado a al menos un hospital y edificios de viviendas, debido a que las protestas...