Tutelarismo y liberacionismo en el derecho penal juvenil

Parcial de
Derecho Penal Juvenil

Titular: Mary Beloff
Alumno: Danilo Miocevic
DNI: 33.532.048
Comisión: 1805
1. Comentario de los tres párrafos

a. Raúl Viñas

En un primer análisis, Raúl Viñas resalta, en este párrafo, “la inmadurez y la juventud” como características especiales de los menores en relación con el resto de la sociedad. Según esta idea, estas condiciones particularesde los jóvenes marcan el “matiz específico” del Derecho Penal de menores y lo califican como un “derecho penal de autor”[i].
Claramente, en base a estos atributos específicos de los niños, este autor justifica que el papel del Estado respecto a ellos sea distinto al del resto de los individuos que gozan de suficiente madurez. En este sentido, el derecho penal tiene un mayor alcance sobre lasconductas de los jóvenes debido a su “personalidad especial”.
En sintonía con la visión de Viñas, la investigadora jurídica mejicana Mónica González Contró, en su obra Paternalismo jurídico y los derechos del niño, señala que “durante la minoría de edad, la intervención estatal parece abarcar un ámbito más amplio”, que en la vida adulta. Esto es así, porque “la inmadurez” a la que se refiere Viñasrepresenta un “déficit con respecto a la generalidad” de la sociedad y por tanto coloca al joven en “una situación de desigualdad negativa” [ii].
En consecuencia, ante este desequilibrio, Contró advierte la necesidad “de la intervención del Estado para compensar esta desigualdad”. Por su parte, la autora mejicana denomina a esta concepción del papel estatal como Paternalismo jurídico.
Apropósito, Contró resalta que, si bien las políticas paternalistas se realizan sin contar con la aceptación de la persona afectada, “se dirigen precisamente a perfeccionar la decisión voluntaria” de este individuo[iii]. Pero el paternalismo, advierte la autora, “sólo está justificado en el caso de alguien que carezca de la competencia básica” para la vida en sociedad, es decir, cuando afecta a un“incompetente básico”.
No obstante esta condición negativa de los niños que justifica las medidas paternalistas, para Contró esto no significa que el poder del Estado deba ser abusivo o de alcance absoluto sobre la vida del joven. En efecto, no es correcto “dejar de lado” el hecho de “que existen derechos cuya práctica no requiere de ninguna capacidad especial y son indiscutiblemente aplicables a losniños desde el inicio de la vida”.

Por su parte, el filósofo argentino Ernesto Garzón Valdés, en su obra Desde la modesta propuesta de J. Swift[iv] hasta las casas de engorde, también destaca las particularidades desventajosas de los niños, pero rechaza la equiparación entre su situación y la de otros grupos sociales oprimidos, como las mujeres o los homosexuales.
En el marco de unacomparación entre el texto satírico que Swif publicó en 1729 y el actual “tratamiento inhumano de la infancia” en América Latina, Garzón Valdés destaca como “relevante para el otorgamiento de derechos” la necesidad propia de un niño, y “no su aspecto volitivo”[v]. Aunque podamos sostener “que cada cual es el mejor juez de sus propios intereses”, afirma el filósofo, “no hay duda que ello no cabe para elcaso de los niños”.
Al igual que Contró y Viñas, esta diferencia entre la situación de los niños y la de los adultos, el autor argentino se la atribuye a la “radical vulnerabilidad” en que se encuentran los menores. En consecuencia, esto se traduce en su imposibilidad de “negociar por sí mismos relaciones equitativas de reciprocidad de derechos y obligaciones”.
Así como la autora mejicana serefiere a una “incompetencia básica” de los jóvenes, Garzón Valdés remarca la diferencia entre los tipos de vulnerabilidades de los distintos grupos oprimidos. En primer término, el argentino se refiere a la “vulnerabilidad relativa”, la cual puede ser eliminada si se suprime el “marco de explotación o discriminación que la genera”. En este sentido, por ejemplo, la situación desventajosa de una...