U1 Thompson Tiempo Disciplina De Trabajdo Y Capitalismo Industrial
Es un lugar común que los años que van de 1300 a 1650 vieron importantes cambios en la percepción del tiempo, en la cultura intelectual de Europa Occidental. El reloj sube al escenario isabelino. El tiempo sideral, presente desde que empezara la literatura, se ha trasladado en un solo movimiento de los cielos alhogar. Las convenciones isabelinas del tiempo como tirano devorador, mutilador y sangriento, ya son antiguas, pero tienen una nueva inminencia e insistencia. Con el avanzar del siglo XVII la imagen del mecanismo de relojería se extiende, hasta que con Newton, ha absorbido el universo. Y hacia mediados del siglo XVIII el reloj ha penetrado en niveles más íntimos. ¿Hasta qué punto y en qué formasafectó este cambio en el sentido del tiempo a la disciplina de trabajo y hasta qué punto influyó en la percepción interior del tiempo de la gente trabajadora? Si la transición a la sociedad industrial madura supuso una severa reestructuración de los hábitos de trabajo ¿Hasta qué punto está todo esto en relación con los cambios en la representación interna del tiempo?
Es sabido que entre pueblosprimitivos la medida del tiempo está relacionada con los procesos habituales del ciclo de trabajo o tareas domésticas. La notación del tiempo que surge de estos contextos ha sido descripta como “orientación del quehacer”. Es la orientación más efectiva en las sociedades campesinas, y es importante en las industriales locales pequeñas y domesticas. Se pueden proponer tres puntos:
1) Es máscomprensible humanamente el trabajo regulado por horas. El campesino o trabajador parece ocuparse de lo que es una necesidad constatada.
2) Una comunidad donde es normal la orientación al quehacer parece demostrar una demarcación menor entre “trabajo” y “vida”. Las relaciones sociales y el trabajo están entremezclados (la jornada de trabajo se alarga o contrae de acuerdo con las necesidades laborales) y noexiste conflicto entre el trabajo y el “pasar el tiempo”.
3) Al hombre acostumbrado al trabajo le parece antieconómica y carente de apremio.
Una diferenciación tan clara supone, como referente al campesino o artesano independiente. Pero la cuestión de la orientación al quehacer se hace mucho más compleja en el caso de que el trabajo sea contratado. La economía familiar del pequeño agricultorpuede estar en términos generales orientada al quehacer; pero dentro de ella puede existir una división del trabajo y una distribución de papeles, así como la disciplina de la relación patrón-empelado entre el campesino y sus hijos. Incluso en este caso empieza el tiempo a convertirse en dinero, dinero del patrón. Tan pronto como se utilizan verdaderos braceros de destaca el cambio de orientación alquehacer a trabajo regulado. Es cierto que la regulación del trabajo puede hacerse sin reloj ninguno, y de hecho precede a la difusión del reloj. Pero a mediados del siglo XVII, los campesinos acomodados calculaban sus expectativas sobre el trabajo contratado en “jornadas”.
Esta forma de medir el tiempo encarna una relación simple. Los que son contratados experimentan una diferencia entre eltiempo de sus patronos y su “propio” tiempo. Y el patrón debe utilizar el tiempo de su mano de obra y ver que no se malgaste. No es el quehacer el que domina sino el valor del tiempo a ser reducido a dinero. El tiempo se convierte en moneda: no pasa sino que se gasta. Esto describe la monotonía, la alienación del placer en el trabajo y el antagonismo de intereses que se atribuye generalmente alsistema fabril.
Sería un error considerar la situación de recolección en términos de respuesta directa a estímulos económicos. Es también un momento en el que los viejos ritmos colectivos rompen sobre los nuevos, y puede exhibirse una nueva cantidad de folclore y hábitos rurales como evidencia que confirma la satisfacción psíquica y las funciones rituales (por ejemplo, el momentáneo olvido de...
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