U7 KRMPOTIC
Identidad y alienación en trabajo social,
en un contexto de reformas sociales, desprofesionalización y proletarización
Por Claudia S. Krmpotic
Claudia S. Krmpotic. Investigadora CONICET en el CAEA (Centro Argentino de Etnología Americana). Profesora en las Universidades Nacionales de Buenos Aires y de La Matanza.
Identidad, desprofesionalización y en menormedida, alienación y proletarización, sintetizan cuatro apelaciones que desde diversas experiencias los profesionales del Trabajo Social, presen- tan como coordenadas de la actual coyuntura. La participación en una defensa de Tesis de Maes- tría a comienzos del corriente año estimuló mi nuevo acertamiento a la cuestión, al tiempo que me permitió recuperar algunos trabajos previos publicados y nopublicados. -1- Por lo tanto, el texto procura básicamente volver a llamar la atención en torno de la relación entre identidad y alienación, incorporando nociones como las de proletarización y desprofesionalización para describir las condiciones del ejercicio profesional. Aquí el desarrollo es conceptual, aunque a través de las referencias utilizadas accedemos a datos empíricos ya procesados.
Sinlugar a dudas la identidad emerge como problema cuando las fuentes tradicionales de sentido se hallan en deterioro o en proceso de integrarse a una nueva imagen del mundo. Y esto efectivamente ocurre al menos en torno de algunos marcadores básicos:
a) el incremento de la desigualdad social que invalida las estrategias: no hay herramientas para la gestión eficaz de los conflictos sociales, cuyacombustión se aviva con la individualiza- ción y la fragmentación social. Asistimos a una desmaterialización de los derechos sociales y económicos, que apenas logran concretarse en la cuestionada política de ‘mínimos sociales’, y con un Estado remercantilizador y gerencialista que modifica las condiciones de producción del Trabajo Social;
b) aquello que observadores como Donzelot y Roman (1998) señalancomo las razones de la perturbación de los asistentes sociales: el desempleo masivo y la nueva marginalidad que inter- pelan a una profesión consolidada alrededor de la tarea de acercar a las personas al mundo del trabajo. El acompañamiento social que antes funcionaba ahora enfrenta el malestar; la pérdida de credibilidad en el accionar profesional aumenta y se erosionan las bases de la autonomíaprofesional fundada en una expertez que definía un cierto monopolio de la acción social;
c) la constatación de un conjunto de nuevas ‘profesiones y/o gestores sociales’ que han apare- cido en los últimos años, que reflejan la generación de saberes ‘mestizos’ en personas con cua- lidades de liderazgo llamadas a ocupar funciones de mediación -2- entre los habitantes de zonas urbanas desfavorecidas(de las cuales muchas de estas personas proceden) y las instituciones de integración social (escuelas, justicia, policía, programas de vivienda social, capacitación, etc.) en una práctica aprendida en el marco de las múltiples negociaciones de las que participan;
d) el problemático estado del conocimiento en la profesión, cuyas bases provistas por las
ciencias sociales se mantienen en un nivelde indeterminación tal, que deben ser permanente- mente negociadas entre los diversos actores profesionales y no-profesionales involucrados en la acción social; cuando el conocimiento pierde centralidad, constituye un factor significativo en el tránsito hacia la desprofesionalización del Trabajo Social; y
e) la crisis y reorientación de las instituciones de bienestar aportan lo propio a lasmutaciones antes señaladas en la medida que constituyen para los Trabajadores Sociales fuente de significa- dos. El reconocimiento social de aquellas como espacios de ‘solución permanente’ a problemas en una colectividad dada, implicó un proceso de internalización de valores y su objetivación en productos esperados; y aún cuando este desarrollo fuera conflictivo, se movía bajo ciertas reglas de juego...
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