Ultimo equipaje

Y toda la música. Y toda la bebida. ¿Dónde te la meto? Años de consumir música. Años de consumir alcohol. Años de lecturas. ¿Y dónde te las meto? ¿Dónde están? Porque parece que estoy en cero y sigoigual. AGU DA DA AGU DÁ. Es natural. Y se me olvida que las tengo en alguna parte. ¿Y a ti de qué te van? ¡OH, si, si! –me dirás- ¿y yo? ¿Te las meto en un café? ¿Te las meto sobre la lechuga de tusándwich? ¿En el cine mientras te descuidas? ¿Por teléfono? ¿Bajo las sábanas? Porque también las puedo envolver una por una como camotitos poblanos en papel de cera. “Este camote que dice “una vez enMadrid” es de cuando bebí con Zeneck, el rey de los vagabundos exyonquis, en la Plaza Mayor. ¿No te gusta? Bien. Prueba este otro que sabe a mucha extravagancia. No, no, ¡espera! ¡mejor éste! Éstepodría gustarte. Es de cuando me dijeron que una nave espacial de colores iba a salir del mar a las tres de la mañana. No me quedé dormido en la playa. Me desperté a la hora y estaba seguro que algo iba asalir del océano pero me aterré del susto y… ¿Qué? ¿Tampoco te gusta? Mmm…”. ¡Ya sé! ¡Música! Te meteré la música que he escuchado en medio de una charla o entre tu silencio trompudo o como puentealivianado dentro de uno de tus condenados arranques. “¿Qué tal la música? Mira, escucha a estos tipos son geniales, son una banda canadiense de Montreal que… ¿Eh? ¿Como Shakira dices? Mmm… ¡NO! Nada quever tampoco con la Venegas. Mira, este, eh, ah, aja, no, no lo creo, mmm…”.

No es que me importe demasiado pero… ¿Dónde voy a poner todo esto? Algunas cosas se me han olvidado. Lecturas que, en micaso, no sirven de mucho. Aún no aprendo. En fin ¿Me aceptarás con mi maleta, mi cepillo de dientes, el perro, los recuerdos, las borracheras, el delirio, los cuentos, la música y toda laparafernalia que me acompaña? Porque es evidente que no tienes suficiente espacio, DISPONIBLE. No te interesa ni dispones de espacio suficiente para todo esto y, aunque para mí sería un desperdicio tirarlo a...