Ultramodernidad
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Hay cierta perplejidad en el ambiente de no saber a qué atenerse. Nunca hemos tenido tanta información al alcance de la mano. Pero esta saturación de información proporciona mas problemas que claridades. Ahora resulta muy difícil reconocer lo que es relevante. Esta es la tarea que propongo a los filósofos: separar la iforbasura de la información relevante.
Elsiglo que agoniza ha padecido tantos dogmatismos que ahora desconfiamos de toda pretensión de claridad. Las certezas viejas han desaparecido y no hemos alumbrado todavía certezas nuevas. La sociedad se ha hecho compleja y contradictoria, vivimos entre paradojas que resultan difíciles de manejar.
El mundo se globaliza y se nacionaliza simultáneamente
Hay un movimiento contradictorio de fusión y defisión. La economía de mundializa, los corazones se nacionalizan y las cabezas no saben lo que hacer. Crece el miedo a perder la identidad, que tradicionalmente se había relacionado con el terruño, el lenguaje y las tradiciones. El derecho a la soberanía ampara muchas veces a las violaciones de los derechos humanos.
Aumenta la producción de bienes, pero disminuye el trabajo
El trabajo se haconvertido en el principal tema económico, social y cultural del omento. Desde la reforma protestante, se convirtió en el camino para la realización personal, Ahora ese camino es intransitable y no sabemos que hacer. Hay una oposición entre Europa, que quiere mantener el estado del bienestar como conquista social irreversible, y los países anglosajones que lo consideran una postura suicida.
Vivimosen una sociedad tecnológica, pero desconfiamos de la tecnología.
Creemos que la técnica tiene la vida propia, y que su dinámica es mas poderosa que nuestra voluntad. Nos guiamos con ideas muy simples. “Afortunadamente para los que creemos en el progreso, en la ciencia la primera regla es que aquello que se puede hacer se hará.” CNR Esto es un notable disparate sobre todo si se tiene en cuentaque no es la ciencia la que hace las cosas, si no la técnica.
Confiamos parte de nuestra libertad a los políticos, pero desconfiamos de ellos.
Vivimos en una democracia representativa en la que no nos consideramos representados. La desconfianza hacia los políticos es general en los países desarrollados. Se vuelve a hablar de la democracia directa, incluso de la ciberdemocracia. Ni los jueces nilos periodistas se libran del descrédito que sufren instituciones que nos son necesarias para la democracia. El resultado es una peligrosa desconexión entre las vidas privadas y la vida publica.
No sabemos si estamos progresando o retrocediendo
Hasta cierto limite los ingresos económicos parecen una medida fiable, pero empezamos a pensar que hay otros elementos que influyen decisivamente en elbuen vivir. El mundo desarrollado sufre una crisis parecida a la que aqueja a muchos cuarentones y cuarentonas que se preguntan: ¿Y esto es todo?
Creemos que el conocimiento es importante, pero son los sentimientos son los que nos hacen felices o desgraciados
Se hace necesario cambiar el concepto de inteligencia que ha dirigido nuestra cultura, y que ponía a un lado la cabeza y al otro el corazón.EL éxito popular de ideas como “inteligencia afectiva”, “aprendizaje en habilidades sociales” o “educación en valores”, demuestra que la preocupación por estos temas es universal. No nos fiamos de nuestros sentimientos y, en muchas ocasiones no sabemos ni siquiera lo que sentir.
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“De tarde en tarde, un elefante blanco” O sea, que a veces ocurre lo improbable. La realidad se había convertido eninformes que se amontonaban en la mesa de despacho y allí el universo entero espera a ser leído. Todo mezclado.
Tan dramática imagen es representativa del mundo de hoy. Se dice con demasiada insistencia que entramos en la sociedad de la información o del conocimiento. Esto quiere decir que el saber va a tener importancia fundamental, social, privada, que estará irremediablemente dirigida por...
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