Un ángel en el tejado

Un ángel en el tejado
Las cosas empeoran antes de mejorar.
Lo repitió una vez más en su cabeza convenciéndose de eso. Siempre le sucedía. Cuando creía no poder estar peor, algo pasaba ysimplemente se hundía, más y más. Como caer en un pozo sin fondo. Caer y caer. Y ya no sabía cuánto más iba a poder soportar.
Aunque, por lo menos él, sabía que no podía más. Era débil, cobarde, inseguro. Eltipo de persona que huye de los problemas. Pero, ¿a dónde podía ya huir? Llorar debajo de las sábanas de la cama, ni gritar, ni producirse dolor servía. Nada. Nada servía.
Dicen que cuando uno intentasuicidarse, no es porque quiera acabar con su vida, sino con el dolor. Y eso era lo que él intentaría esa noche.
Sobre el tejado, las estrellas brillaban con más fuerza y la brisa le rosaba el rostrode manera refrescante; una perfecta noche de verano.
Desde hacía tiempo que su vida constaba solo de eso. Sufrimiento, dolor y humillaciones. Y luego de ya muchas noches en vela, había tomado unadecisión y no pensaba dar marcha atrás.
Las 13 pastillas reposaban en su regazo y las miraba con detenimiento. Al lado tenía una botella de vino, sólo para asegurarse.
Se imaginaba las noticias de mañanao tal vez, pasado: “Joven es encontrado muerto en el tejado de su casa. Sobredosis.”
Oh, eso sí que arruinaría el apellido. Pensó sin importarle más nada.
“Oh, se veía tan bien muchacho”. “Tan normalque parecía”. “Fue una gran persona”. “Le quería tanto”.
Mentiras. Mentiras. Mentiras.
Pero, al fin y al cabo, ¿qué le importaba ya eso? Cuando estuviera muerto, ¿qué le importaría ya todo?
Cogió laprimera. ¿Sería capaz? ¿Dejaría de ser un cobarde y acabaría con todo de una vez?
Unas ramas crujieron en el árbol del vecino. Era tan alto que su follaje llegaba más arriba del techo del segundopiso, donde él se encontraba. No prestó atención y siguió mirando con detenimiento la pastilla, curvada en los bordes, del tamaño de un frejol.
Otro ruido, lo ignoró. La fuerza del viento se había...