Un Amor Espontaneo (Cuento)

Un amor espontaneo
Su nombre era I, un chico joven, de unos veintitantos años que siempre tomaba la misma ruta, caminando con rumbo fijo hacía su casa, diariamente, después del trabajo. Cabizbajo, pensativo, esa era su forma de andar todos los días, como teniendo muchas cosas en que pensar, muchas cosas que analizar y resolver, tal vez ese era el problema que lo hacía parecer un zombi, no tenerrespuesta.

Siempre se encontraba con lo mismo, el señor de la papelería que diario lo saludaba, los chavos de la escuela nocturna que rara vez estaban callados para poner atención al maestro, el poste de luz que fallaba y prendía cuando quería, como en una típica escena de película de terror; la señora que cobraba en la entrada de un estacionamiento público, que nunca la había visto sonreír,solo se dedicaba a ver la tele con su cara de pocos amigos; Don Kike que siempre que se lo topaba era la misma plática de futbol.
Pero un día algo cambio en su trayecto, a alguien se le había ocurrido poner un puesto de revistas tres calles antes de llegar a su casa, y ahí, trabajaba una chava muy hermosa que llamo la atención de I.
Los días transcurrieron y siempre q pasaba por ese lugar, lachava estaba leyendo un libro. Un día sus miradas se entrelazaron y ella le regalo un bello detalle, su sonrisa, a lo cual I contesto de manera torpe bajando su mirada y siguiendo su trayecto, pero la chica le habló – hey! Se te calló algo- dijo con una voz muy dulce.
I se volteó y fingiendo no haber escuchado nada, dijo – ¿perdón, no entendí?- mientras se acercaba hacia el puesto de revistas.
-Sete calló algo mientras caminabas- repitió la chica. I volteo hacía abajo y observó q había tirado una libreta de notas q siempre utilizaba para apuntar sus tareas o cosas q tenía q hacer, él era un chavo muy despistado q olvidaba seguido algunas actividades q realizar en el día, tal vez por tantas cosas q tenía que pensar en su cabeza.
-¡Gracias!- contestó I un poco intimidado por la chica.-¿Por qué nunca me saludas?, siempre pasas por aquí y ni siquiera volteas a verme, con tu cabeza agachada, como si fueras buscando algo en el piso, pero te diré una cosa, si lo que buscas son soluciones, nunca las hallarás así- dijo la chava
-¿Buscar soluciones? Es lógico que en el piso no encuentre nada, solo hay piedras y tierra- expuso I mientras sonreía un poco por el comentario de la chica.
-Yno creo que quieras más piedras y tierra, ¿o sí?- preguntó la chava mientras continuaba con su hermosa sonrisa. – Me llamo Ka, mucho gusto…- dijo mientras extendía su mano hacia I.
Y a partir de ese día las cosas fueron diferentes para él, su camino de regreso a casa por las noches, ya no era tan tediosos como antes, todos los días se detenía para platicar un momento con Ka, para disfrutar de suhermosa sonrisa un rato, que lo hacía olvidarse de sus problemas, como si no hubiera nadie a su alrededor, solo la luna q iluminaba ese momento tan placentero para él, contagiándose siempre de toda la alegría que irradiaba Ka.
Había ocasiones en las que I esperaba a q saliera para invitarla a cenar, y alargar ese momento tan mágico contemplando su sonrisa, en la cual, pensaba todo el día.

Lanoche era tranquila, y ellos se encontraban sentados en la banca de un jardín, con la luna como testigo, y entre pláticas y risas, de repente se hizo un silencio intencional y Ka dijo: –Me gustas, mucho- I, sorprendido, sonrió tímidamente mientras ella se acercaba poco a poco a sus labios y los rosaba con su boca mientras decía – ¿siempre seremos solo amigos?- preguntó y lo besó.
Él respondió:-Por ahora estamos bien así, ¿no crees? ¿O crees que sea necesario formalizar algo que ante los ojos de la gente y nuestros es evidente? ¿Dejemos q el agua fluya tranquilamente? Te quiero mucho Ka, y estos últimos días me has hecho pasar momentos geniales, me has hecho sentir como hace mucho no me sentía, me has devuelta gran parte de la felicidad q me faltaba, me has apoyado en todas mis cosas...