Un Beso En Par S
Anna está deseando que llegue el último año de instituto en Atlanta, donde tiene un trabajo
estupendo, una mejor amiga leal y un chico que le gusta y que podría convertirse en algo más. Es por
eso que no le entusiasma la idea de que la envíen a un internado en París, al menos hasta que conoce a
Étienne St. Clair. Inteligente, encantador y guapo, Étienne lo tiene todo... incluso unarelación seria.
Pero en la Ciudad de la Luz los deseos pueden llegar a hacerse realidad. ¿Acabará ese año de
incidentes románticos en el tan deseado Beso Francés? Stephanie ha sabido crear un ambiente de
tensión y de una atracción irresistible en su novela debut, con la que garantiza derretir los corazones
de los lectores.
Stephanie Perkins
Capítulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4
Capítulo 5Capitulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capitulo 22
Capitulo 23
Capitulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Stephanie Perkins
Un beso en París
Capítulo 1
Aquí está todo lo que se acerca de Francia: Madeline, Amelia y Moulin Rouge. La Torre Eiffel y
el Arco del Triunfo, aunque no tengo idea de cuál es la función de ninguno de ellos. Napoleón, María
Antonieta, y un montón de reyes llamados Louis. Tampocoestoy segura de lo que ellos hicieron, pero
creo que tiene algo que ver con la Revolución Francesa, lo que tiene que ver con el Día de la Bastilla.
El museo de arte es llamado Louvre, tiene forma de pirámide y la Mona Lisa vive ahí junto con la
estatua de la mujer a la que le faltan los brazos. Hay cafés o bistrós o como sea que le llamen en cada
esquina. Y mimos. La comida se supone que seabuena, y la gente toma mucho vino y fuma muchos
cigarrillos.
E oído que no les gustan los americanos, ni los zapatos deportivos blancos.
Hace unos meses atrás mi papá me inscribió en un internado. Sus palabras prácticamente
crepitaban por el teléfono mientras declaraba que vivir en el extranjero seria una “buena experiencia
de aprendizaje” y un “recuerdo que sería un tesoro por siempre”. Si. Unrecuerdo. Y yo señalaría su
mal uso de la palabra como si ya no estuviera volviéndome loca.
Desde su anuncio, he estado gritando, pidiendo, y llorando, pero nada lo ha convencido de
cambiar de opinión. Y ahora tengo una nueva visa de
estudiante y un pasaporte, cada uno declarándome: Anna Oliphant,
ciudadano de de los Estados Unidos de América. Y ahora estoy aquí con mis padres
(desempacando mis cosas enuna habitación más pequeña que mi
maleta) la nueva estudiante de último año en la Escuela de América en París.
No es que sea malagradecida. Es decir, es París. ¡La ciudad de la luz! ¡La ciudad más romántica
del mundo! No soy inmune a eso. Es sólo esta cosa del internado internacional, es mucho más sobre
mi papá que lo es sobre mí.
Desde que se agoto de trabajar y empezó a escribir libros tontosque se convertían en películas
más tontas, el a tratado de impresionar a sus grandes amigos de Nueva York sobre lo refinado y rico
que es.
Mi padre no es refinado. Pero es rico.
No siempre ha sido así. Cuando mis padres todavía estaban casados,
estábamos estrictamente por debajo de la clase media. Fue alrededor del tiempo de divorcio, que
todas las huellas de decencia desaparecieron, y su sueño deser el siguiente gran escritor sureño fue
reemplazado por su sueño de ser el siguiente escritor publicado. Así que empezó a escribir estas
novelas ambientadas en la pequeña Ciudad de Georgia sobre gente con buenos valores
estadounidenses que se enamoran y luego contraen
enfermedades que amenazan la vida y mueren.
Es en serio.
Me deprime totalmente, pero a las mujeres les encantan. Aman las...
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