Un buen resumen

Acabo de terminar La Pequeña Fadette, de George Sand. Tenía ganas de leer algo de ella, romanticista, mujer, feminista, socialista y otras formas de anticonvencionalismo. No había nada más en casaque “La Pequeña Fadette”, un clásico que se sugiere como lectura escolar. Y viéndolo fríamente, puedo decir que la novela no me gustó.

Françoise Fadet, la protagonista, es una pobre chicuelaabandonada por su madre, que vive con una abuela medio bruja y con un hermano tullido, medio bruja ella misma, despreciada por su fealdad y sus malas maneras, que no son otra cosa que su forma de defendersede las agresiones del resto de la sociedad. El típico caso del individuo que, estando en peligro social y económico, es rechazado por mostrarle a la comunidad que lo rodea lo peor de la sociedad misma.A pesar de esto, ella es la heroína de la historia: salva la vida de personas y animales gracias a los conocimientos naturales que sólo ella posee, es noble de espíritu y también una buena cristiana,y consigue el amor de Landry Barbeau, el chico apuesto de buena familia que ella misma siempre ha amado. ¿Cuál es el problema? Ninguno, hasta ahora. La historia sería perfecta si hubiese quedadoallí, y narrara cómo Fadette lucha por ser quien es y a la vez conservar el amor de su hombre. Sin embargo esta heroína tan especial, renuncia a su individualidad. La rebelde busca encajar y hacerse quererpor la sociedad hipócrita que la repudia. Y ahora la magia! La niña ahombrada, sucia y flacucha, se convierte en una belleza digna de admirar, de la noche a la mañana. Eventualmente termina liberadade los rumores brujeriles que le afectaban, sin embargo sigue siendo pobre hasta que ¡Oh, maravilla! Encuentra una herencia millonaria escondida, mucho más dinero que todo el dinero de los padres desu amado, quienes les habían negado el compromiso, ¡hasta ahora! Hubo antes una ardua investigación familiar, en búsqueda de los nuevos antecedentes de la futura nuera, por supuesto… pero el efecto...