Un Cafe Porfavor

Abrió los ojos de golpe, la cortina se movía de un lado a otro, el sol que estaba haciendo era abrasador.
-¡Mama! ¿Qué día es hoy? Preguntó
-¡Martes, Alicia! Se te hace tarde para el instituto.
-Me siento mal… -dijo haciendo una mueca – ¿puedo quedarme en casa?
-Arréglate. Ya vas una semana sin asistir.
-¿Es muy necesario que vaya?
-Alicia…
-Bueno ya.
Se arregló y bajo a la cocina. Su madreestaba de espalda lavando algunas cosas de la noche anterior.
-¡Mama no me gusta comer a esta hora lo sabes! –dijo mirando lo que estaba sobre la mesa y empezó a dar pequeños saltos hacia la puerta entonces vio a su madre aproximándose con el plato, en ese momento lo único que se le ocurrió fue salir hasta el camino que la llevaba al instituto.

Llego a una cafetería cercana al instituto. Leparecía que la mesera tenía cara de pocos amigos.
-¿Que se le ofrece señorita?
-Un café, por favor. –Le gustaba pedir un café para mantenerse atenta en las clases pero en ese instante escucho una voz masculina diciendo exactamente lo mismo que ella entonces volteo con curiosidad, al parecer estaba delirando, no había ningún chico cerca. Se sentó en la mesa a esperar su café y decidió ignoraraquella voz.

Fue al instituto, como de costumbre se encontró con su mejor amiga Mara, es una chica un poco distinta a las demás, tiene el cabello de color azul y sus ojos son de un hermoso color verde.
-¡Hola guapa!
-¡Mara! ¿Cómo estás? Dijo abrasándola
-Como siempre, odiando este instituto –dijo mirando mal a todo el que pasaba.
-¡Tú siempre tan entusiasta! Vamos a clase –le agarró del brazo yfueron juntas a su clase
Estaba atentamente escuchando al señor Mcguire el explico algo que la extrañó.
-Señor pero… –en ese instante ella escucho la voz masculina del café, sin saber si los demás la habían escuchado, se quedó mirando al profesor esperando que alguno de sus compañeros fuera el dueño de esa voz, y quizá quisiera terminar la frase que inició. El profesor al ver su reacción exclamó.-Si le parece agradable venir a sabotear mi clase quiero que sepa que no tolerare esta falta de respeto, quiero que se salga de mi clase.
-Señor Mcguire yo no… dijo balbuceando y sin ser capaz hablar.
-Salgase señorita O Donell, no quiero más interrupciones.
Salió enfurecida, no tenía ni idea de a quien le parecía chistoso verla así de estresada. Espero un rato a Mara, que salió buscándola conla mirada, cuando la vio no pudo evitar reírse.
-¿Por qué querías sabotearle la clase a uno de los profesores más sentimentales de este instituto?
-¡Yo no quería! ¡Lo juro!
-Pensé que había sido plan tuyo.
-Yo llamando la atención… sí claro –puso los ojos en blanco, decidió disponerse y sonreír
-Bueno vamos a clase. No quiero llegar tarde a cálculo.
Así pasaron las horas y dos o tres veces másescucho esa voz que repetía todo lo que ella decía, en el almuerzo ya estaba harta y no pudo comer en paz. Estaba cansada que esa voz la persiguiera de un día para otro, que la fastidiara y que hiciera que sus profesores se molestaran.

Iba llegando a casa dándole golpecitos a una piedrita cuando sintió que alguien le estaba siguiendo, volteo y no había nadie, solo la gente que se dirigía a las afueras de la cuidad. Le molestaba que su casa quedara en ese sitio, queda muy lejos de todas partes pero había una ventaja, no tenía por qué aguantarse el bullicio y revuelto de la cuidad. En ese momento se dio cuenta que estaba tan perdida pensando sandeces y se había pasado de mi casa, había transitado otro camino y ya estaba anocheciendo, no era de las muchachas que les daba miedo todo, peroestar a las afueras de la cuidad sola y a oscuras es bastante intimidante. Se dispuso a devolverse pero en ese instante escuchó unas fuertes pisadas detrás de ella, la empezó a invadir el terror así que empezó a alargar más los pasos, caminaba cada vez más rápido pero las pisadas se hacían aún más fuertes entonces cuando se dio cuenta estaba corriendo hacia el bosque, no quería meterse allí ya que...