Un Camino En El Desierto
Serie: “ Gloria en Lugar de Ceniza” Parte II George H. Warnock
“He aquí, Yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿No la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto y ríos en la soledad” Isaías 43:19
Contenidos
Introducción Diagrama de la Ruta Aproximada de los Hijos de Israel Capítulo 1 – El Desierto del Mar Rojo, “Rodeados” Capítulo 2 – El Desierto de Shur, “Amargo y Dulce” Capítulo 3 – El Desierto de Sin, “Pan del cielo” Capítulo 4 – El Desierto del Sinaí. “Sed pues, Santos, porque YO SOY Santo” Capítulo 5 – El Desierto de Parán – “La purga de nuestros deseos” Capítulo 6 – El Desierto de Zin – “Tragedia y Triunfo” Capítulo 7 – Los Conflictos de la Nueva Generación Capítulo 8 – La Canaán Celestial
Primera Impresión: Junio 1986 Segunda Impresión: Octubre 1987 Tercer Impresión: Agosto 1992 (USA)
INTRODUCCIÓN En este libro queremos explorar las áreas del desierto por las que tuvieron que pasar los hijos de Israel al salir de la tierra de Egipto y llegar hasta la tierra de Canaán, la tierra de la Promesa, la tierra del Fruto. Por supuesto, nuestro propósito es descubrir el Camino del Señor para nosotros; porque lo que les sucedió a ellos, aunque fue muy literal y natural, fue solo un cuadro o sombra de nuestro caminar con el Señor cuando nosotros buscamos apartarnos de la vieja vida de pecado y atadura, para entrar en un caminar fructífero con el Señor. En todo el camino por el que anduvieron, y en todas las experiencias que tuvieron que soportar bajo la dirección del Señor, estaban representando un patrón de conducta del que quedaría constancia en la Escritura, como ejemplo y tipo del pueblo de Dios hoy. No que nosotros hayamos de seguir su ejemplo, sino aprender de ello. Está claro que ellos fallaron al Señor estrepitosamente de muchas, muchas maneras, de forma que la primera generación del pueblo redimido, no entró en la Tierra de la Promesa. Sin embargo, Dios estaba dando mediante la conducta de ellos en el desierto, un cuadro para nosotros hoy día, para que pudiéramos aprender de sus errores. “Más estas cosas sucedieron como ejemplos para nosotros, PARA QUE NO codiciemos cosas malas, como ellos codiciaron” (1ª Cor.10:6). Y el apóstol sigue extendiéndose en este tema, al describir las muchas calamidades que vinieron sobre el pueblo de Dios por causa de su idolatría, su inmoralidad, su tentación de Cristo, y su mucha murmuración. Después nos dice que todas estas cosas les sucedieron como advertencia y exhortación a nosotros, para que NO caigamos en las mismas cosas trágicas que ellos. Así, su viaje por el desierto no pretendió ser un patrón que tú y yo hayamos de seguir, sino una advertencia al pueblo de Dios de los peligros que acompañan la vida del desierto, y la provisión de Dios al hacernos un pueblo vencedor. Hemos de aprender de sus experiencias y de esta forma, evitar cometer los mismos errores que ellos cometieron. Pero somos lentos para aprender de los errores de otros. La naturaleza humana es simplemente de esa forma. Normalmente tenemos que aprender por el camino difícil. Pero al hacerlo, es bueno que podamos mirar a las Escrituras y al episodio del desierto, y descubrir la fidelidad de Dios en y a través de todo ello, y Su patrón de liberación para un pueblo en error. Porque nosotros también estamos de viaje. Es bueno que podamos reconocer eso. No hemos sido redimidos sólo para cruzar el Mar Rojo y cantar el cántico de victoria de la liberación de la esclavitud del Faraón. Este es solo el primer paso. Es el comienzo de un viaje, UN VIAJE ESPIRITUAL, a través de las tierras baldías de nuestra vieja naturaleza carnal, y hacia la fertilidad de la vida de Canaán en el Espíritu. De esta forma recordaba Moisés al pueblo: “Y nos sacó de allá para traernos y darnos ...
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