Un Corto Ensayo Sobre El Amor

No hay labio que no lo pronuncie, boca que no se haya rendido ante sus emboscadas y su cortejo de aromas, sí: El amor; ese universo nunca finito de variaciones en el corazón.Es necesario escribirlo, cantarlo; es necesario vivenciarlo para entender que aún no nos hacemos ceniza Este es el compendio de compendios; esa necesidad y deber siempre tanbásica; ese origen de mundos y de hombres.

Hablar de amor es hablar de días de luz; pero también de noches en las que el corazón se muere y una piedra nos oprime el pecho. Esetornasol ha de pulimos y dejamos aptos para su vivencia. Dos seres que lo corroboran en sí mismos son dos seres que han de constituir un hogar donde reine el bienestar y la tersurade los valores (el amor comprende). Hablar de amor es hablar de ese mar voluble que es el hombre en este sentido, de los orígenes y las luchas, y acaso la constante, de dosseres que se quieren. Y digo orígenes porque, aunque la barba pueble nuestras mejillas y se nos arrugue la piel hasta el límite, siempre habremos de ser no más que unos primerosexploradores en dicha materia.

Escribir sobre el amor siempre ha sido un terreno peligroso (pero quizás al que todos quisieran viajar).
Pero, a más de esto, se debe ser capazde entrever en él algo muy superior a una sensación que nos fluye de forma atropellada sin que una fibra nuestra pueda oponérsele; se debe ser capaz de trazar en él ladirección de nuestras vidas porque, como dije anteriormente “el amor comprende”, y unos hijos educados bajo esta pauta son seres que difícilmente retribuirán en forma inferior al mundo.Bajo estas medidas escribir la volubilidad del corazón también es válido y, por que no; hilvanar una palabra con la que, de alguna manera u otra, todos nos identificamos.