un cuento
Junior y Mayka era un matrimonio que vivía en la Ciudad de México; tenían una casa muy bonita, con un jardín grande en el cual jugaba Zoe, una perrita de raza GoldenRetriever que adoptaron meses después de casados.
Zoe era más que una mascota para ellos ya que todavía no tenían hijos, era su adoración; jugaban, dormían y pasaban el mayor tiempo posible con ella.Tenía todas las atenciones que requería ya que cada quince días la llevaban con Marcos, el veterinario que la atiende desde muy pequeñita. Debido a esos cuidados, Zoe era una perrita hermosa, con supelaje brilloso y parecido al de una leoncita, con ese color miel, y esos ojos ¡Qué bonitos y claritos los tenía!
Un día, Zoe bajaba las escaleras de la casa para salir al jardín, Junior y Maykadescansaban y miraban televisión, cuando escucharon que algo rodo y seguidamente la perrita empezó a llorar -¡Se había caído!- Salieron corriendo y la vieron venir arrastrando sus patitas traseras. Juniorcorrió a tomarla para llevarla rápido a la clínica veterinaria donde siempre la atienden.
De prisa y con mucha precaución condujo y llegaron a la clínica, recibieron y revisaron a Zoe, la pobrecitallego ladrando y llorando del dolor. Mientras, afuera esperaban junior y Mayka, preocupados por la salud de su perrita adorada.
Cuando Marcos salió a darles noticias, escucharon atentamente todo loque había pasado. Zoe se había fracturado la cadera y la pelvis, así que tenían que intervenirla quirúrgicamente ya que si lo dejaban pasar no iba a caminar bien y nunca iba a poder tener perritos.Junior sin dudarlo le dijo al médico que hiciera todo lo que se pudiera para que Zoe estuviera como antes. El médico preparó todo para que al día siguiente Zoe fue internada y operada. Todo salió comolo pensaron; entraron a verla y estaba peloncita y todavía anestesiada, a Junior le dio tristeza mirarla así, pero se sentía feliz porque todo había salido bien y Zoe se iba a recuperar pronto con...
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