un deseo navegante

Un deseo Navegante
Erase una vez, Alejandra y Edward, unos primos que se querían mucho y se llevaban muy bien y además de que eran muy unidos. Un día salieron, a un bosque, con sus familias, todos iban jugando, caminando y platicando, e inesperadamentesin darse cuenta se encontraban perdidos en la profundidad del bosque, estaban muy asustado y a la vez se sentían aliviados por estar juntos, chocaron sus miradas y se clavaron uno en el otro, se fueron acercando poco a poco y cuando menos se lo esperaban sus labios se estaban rosando, sintieron como si el mundo se parara, que en el sólo existían ellos, escucharon venir a su familia y todo sederrumbo, separaron sus labios y bajaron la mirada. En todo el día no se volvieron a dirigir la palabra, sentían miedo por que pensaban que iban a evitar ese gran amor y gusto por que sabían que su amor era mutuo, tenían adentro una exaltación por que sabían que era incorrecto. Dos semanasdespués salieron de campamento con sus amigos, comenzaron a tener apetito, decidieron ir en busca de alimentos al río, todos fueron a pescar, menos Alejandra y Edward, ella fue a bañarse a la laguna que se descendía de aquel río, y Edward fue a buscar otra cosa de comer. De repente llego donde se encontraba Alejandra, inconscientemente, la miro bañándose, desnuda, una pasión despertó en el, al mirarlala acariciaba con la mirada, corrió al campamento e hiso ruido al despedazar las hojas con sus pies, Alejandra escucho un ruido, se asusto y salió del río, tomo sus prendas y se vistió. Todos regresaron con los alimentos, hicieron una fogata para asar el pescado y una salsa para acompañarlo, Edward decidió hacer otra donde sólo estuvieran ellos dos, comenzaron a comer los pescados, a conversar yjugar a ensuciarse con la salsa del pescado, empezaron a correr, ambos corrieron a la profundidad del bosque, sólo ellos y el sonido del bosque, el silencioso susurro del viento entre las ramas, y las diminutas vibraciones que hacían las hojas secas al tocar el suelo, sus pasos, el crujido de las hojas de otoño a cada paso que daban. Corriendo , corriendo hasta llegar a un vacío, un lugar entredos árboles del bosque, libre de estos, se alcanzaba a ver el cielo color celeste con nubes sabor dulce, un sabor que sólo puede ser probado por los ojos, a diferencia del verde obscuro entre la densidad del bosque arboleado, ese espacio donde ella entró y tropezó con una zanja en el prado, invisible por las hojas secas, cayó boca arriba con la mirada al cielo, donde justo en ese momento Edwardtropezó con los delicados pies de Alejandra y quedó reposando sobre su pecho, chocaron las miradas, rozaron su labios, y los sentimientos estallaron con una pasión muy fuerte en sus cuerpos y en sus pensamientos, empezaron a devorarse y sus labios fueron recorriendo poco a poco todas las partes de sus cuerpos.El sol se estaba poniendo, y alargaba sus sombras haciéndolas cada vez más grandes, lo suficiente como para apreciar la dulzura del placer y de la batalla delos amantes. Después de la penumbra, al anochecer, terminaron apreciando el inmenso mantoagujerado luminoso, solo existían ellos, en un mundo incierto lleno de promesas y enigmas, jurándose amor eterno. Unos dias más tarde, Alejandra esperaba su periodo, muy asustada y preocupada por que ello no sucedía, decidió ir con su medico a revisarse, la reviso y recibió la grande noticia, que esperaba en su vientre, a su...