un dia como cualquier otro
En lo que entra mi papá y comenzamos a hablar, la conversación que tuvimos era unapropuesta, una de la que me siento muy agradecido hoy en día, pues he aprendido muchas cosas de eso. Mi padre me dijo que si quería entrar a un curso para aprender a hablar ingles conversamos un rato largo. Miadversario invadió mis pensamientos, buscando diversas excusas para rechazar la propuesta que me estaban ofreciendo.
Luego de excusarme en incontables oportunidades, decidí resistirme a lavictimización y aceptar la oferta. Aun con la mente llena de excusas como: no tengo tiempo, saldré muy tarde del curso y a esa hora no hay transporte para la casa o me interfiere con los horarios de mis otrasactividades, todo eso quedaba sintetizado en una sola actitud que era la ya conocida por todos:
La Flojera
Luego de eso, termine aceptando la oferta pero seguía convencido de que no iba a serposible terminar el curso. Al pasar unos días, quien esto escribe se encontraba en un aula de clases con 5 personas más y un profesor, para mí fue incomodo al principio, ya que yo era el menor delgrupo, me habían puesto con un grupo de adultos. Al pasar el tiempo, nutrido curso se iba desintegrando poco a poco, mis otros compañeros fueron desertando y saliendo del curso, también con pretextosparecidos a los que yo tuve cuando me fue ofrecida la oportunidad de conocer el nuevo idioma.
Esto a mi me favoreció, porque a medida que era menos personas la clase se hacía más personal y podíaavanzar a mi propio ritmo. Quedamos dos personas, ya nos conocíamos mejor y era más cómodo para los dos aprender. Un día la coordinación del curso nos manifiesta que hay otro grupo con más personas que...
Regístrate para leer el documento completo.