Un disparo en la noche

UN DISPARO EN LA NOCHE
Una noche más me encontraba postrado en el sofá, tomándome una copa tras otra, apenas quedaban botellas en el mueble bar. La soledad volvía a estar presente como cada día,como cada instante. Pensaba dudoso, ¿qué podía hacer además de ello?, algo me decía que no estaba haciendo lo correcto, me conformaba simplemente con hacer lo único que quizás podía hacer: beber paraolvidar, o quizás, beber para lentamente, morir.
Me mantuve despierto hasta las dos de la mañana, en la televisión no echaban más que bazofia y la botella de vino se había acabado. Definitivamente, mefui a la cama. Al día siguiente me levanté como cada mañana, sobre las siete, y me dirigí a mi trabajo. Sí, era el mismo aburrido trabajo de cada día pero pagaban bien, es lo único que tenía de valoren mi vida: dinero.
Sabía que ese dinero no me salvaría, me permitía cumplir muchos caprichos pero no el más importante: ella ya no estaba y no iba a volver nunca. Por momentos hubiera deseado queaquél tormentoso día no me hubieran dejado libre a cambio de una estúpida fianza. Me sentía un asesino, mis pesadillas cada noche me lo reprochaban, no merecía ninguna clase de vida.
Dinero, trabajo… esojamás podría sanar la absoluta soledad que sentía desde entonces, la absoluta desolación en mi alma corroída por un profundo dolor, aquél terrible sentimiento de culpabilidad me acompañaría hasta latumba.
Aquello era una terrible y espantosa pesadilla para mí que se repetía día continuamente y de la que nadie, salvo yo, se daba cuenta. Todos seguían con sus vidas cada día, tenían alguien queles esperara, alguien de quien ocuparse o a quien amar, yo… simplemente no tenía nada más que una solitaria casa llena de frustraciones, de objetos que ya no significaban nada, de tormentos y sueñosvacíos. Nadie me esperaría al regresar del trabajo cada día, nadie estaría ayudándome, hablándome, compartiendo mis aspiraciones, mis deseos… nadie. La hiriente y odiosa soledad se plantaba cada noche...