Un nuevo Mexico
El pasado 11 de agosto México concluyó la fase legislativa de un importante ciclo reformador. Como mencioné en mi reciente visita a Madrid, los Pactos de la Moncloa fueron un referente histórico para llevar a cabo este proyecto de transformación. Así como estos acuerdos constituyeron un parteaguas para la naciente democracia española, el Pacto por México, un gran acuerdonacional suscrito por el Gobierno de la República y los tres partidos políticos más importantes, fue la plataforma sobre la cual se generó una agenda de cambios profundos que han sentado las bases jurídicas e institucionales para la construcción de un nuevo México.
El Pacto por México permitió que las principales fuerzas políticas definieran una serie de propuestas concretas para dar solución a losgrandes problemas nacionales, superando así una época marcada por la polarización política y la parálisis legislativa. El diagnóstico era claro: si bien a lo largo de las últimas tres décadas transitamos con éxito hacia una democracia y una economía abierta al mundo, la realidad mexicana seguía marcada por un crecimiento insuficiente, baja productividad y altos niveles de pobreza y desigualdad.Algunos de los derechos establecidos en la Constitución no eran ejercidos plenamente por todos los ciudadanos, como lo eran el derecho a una educación de calidad y a la justicia eficaz, pronta y expedita. Estos obstáculos eran de tal magnitud que resultaba imposible superarlos únicamente con una administración más eficiente. El cambio tenía que ser radical.
En un periodo de tan sólo veinte meses,México ha concretado 11 reformas que representan un logro histórico. Su aprobación implicó un profundo esfuerzo para realizar 58 modificaciones a la Constitución, 81 cambios a diversas leyes secundarias, la creación de 21 ordenamientos jurídicos y la abrogación de 15. De igual manera, se constituyeron 3 nuevas instituciones y se fortalecieron 13 ya existentes.
Estas reformas tienen tres grandesobjetivos: elevar la productividad de México para impulsar el crecimiento y el desarrollo económico; fortalecer y ampliar los derechos de los mexicanos; y afianzar nuestro régimen democrático y de libertades.
Primero. Para elevar la productividad se realizaron seis reformas. La reforma energética garantizará el abasto, a precios competitivos, de petróleo, electricidad y gas natural. Con esta reformase incrementará tanto la producción de petróleo, que pasará de 2,5 millones de barriles diarios a 3 millones en 2018 y a 3,5 millones en 2025; como la de gas natural, que aumentará de 5.700 millones de pies cúbicos diarios a 8.000 millones en 2018 y a 10.400 millones en 2025. Al mismo tiempo, el sector energético mexicano se modernizará para atraer inversiones, mejorar la tecnología y fomentar laparticipación de la iniciativa privada. Petróleos Mexicanos creará compañías que brinden servicios como transporte y logística, forjando alianzas con otras petroleras internacionales y reduciendo costos operativos. Se espera que, como consecuencia de estos cambios, el producto interior bruto crezca un punto porcentual adicional para 2018 y dos más para 2025.
La reforma en materia de competenciaeconómica regula la relación entre las empresas, asegurando una sana competencia que se traduzca en mayor variedad de productos y servicios a mejores precios. De la misma manera, la reforma en materia de telecomunicaciones y radiodifusión fomenta la competencia efectiva en televisión, radio, telefonía e Internet, con lo que se generan más y mejores opciones para los consumidores, se reducen losprecios y se contribuye a cerrar la brecha digital, con el fin de integrarnos plenamente a la sociedad del conocimiento. Como resultado de esta reforma se brindará conectividad gratuita en 250.000 sitios públicos y al menos el 70% de los hogares y el 85% de las micro, pequeñas y medianas empresas tendrán acceso a Internet de banda ancha al término de mi mandato.
Por su parte, la reforma...
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