Un oscuro dia de justicia
Malcom, Malcom, se sintió confrontado con esta demostración, qué otra cosa podía hacer, qué habría hecho cualquiera sino abrir los brazospara recibirla y guardarla hasta su vieja y gloriosa edad, saludando a la derecha, y saludando a la izquierda y saludando especialmente al centro, donde vos estabas, mi querido sobrino Collins, porquien vine de tan lejos. Y esto refutaba acaso para siempre la pregunta que semanas más tarde formularía Geraghty: ¿qué necesidad tenía de saludar?
Entretanto hubo alguno que no quiso sobrevivir a unaculminación, que experimentó ese instantáneo deseo de la muerte inseparable de la extrema dicha y cayó ocho metros desde una ventana agitándose en alegría sobre unos matorrales donde no murió. Sellamaba Cummings.
Allí acabó la felicidad, tan buena mientras duraba, tan parecida al pan, al vino y al amor. Recuperado Gielty sacudió al saludante Malcom con un mazazo al hígado, y mientras Malcom sedoblaba tras una mueca de sorpresa y de dolor, el pueblo aprendió, y mientras Gielty lo arrastraba en la punta de sus puños como en los cuernos de un toro, el pueblo aprendió que estaba solo, y cuandolos puñetazos que sonaban en la tarde abrieron una llaga incurable en la memoria, el pueblo aprendió que estaba solo y que debía pelear por sí mismo, y después que las figuras se perdieron en los...
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