Un Pulso Que Golpea Las Tinieblas
las tinieblas
Una antología de poesía para resistentes
Cardenal, Benedetti, Éluard, Dalton, Quevedo, González
Rojo, Pacheco, A. González, Otero, Celaya, Ho Chi Minh,
Brecht, Hikmet, Huerta, López Pacheco, Ungaretti,
Machado, Pessoa, Cisneros, Fernández Retamar, García
Montero, Vallejo, Figuera, Riva Palacio,
Calderón de la Barca y Gelman.
©Cardenal, Benedetti, Éluard,Dalton, Quevedo, González Rojo,
Pacheco, A. González, Otero, Celaya, Ho Chi Minh, Brecht, Hikmet,
Huerta, López Pacheco, Ungaretti, Machado, Pessoa, Cisneros, Fernández
Retamar, García Montero, Vallejo, Figuera, Riva Palacio, Calderón de la
Barca y Gelman.
Ésta es una publicación del Partido de la Revolución Democrática
(PRD-DF) y Para Leer en Libertad A.C.
brigadaparaleerenlibertad@gmail.comwww.brigadaparaleerenlibertad.com
Antologador: Paco I. Taibo II.
Cuidado de la edición: Alicia Rodríguez.
Diseño de interiores y portada: Daniela Campero.
I
En 1968, meses antes de que estallara el movimiento estudiantil, una microfracción del salón de primer año de Sociología en Ciencias Políticas de la UNAM se declaró en una
extraña rebeldía. El profesor de estadística se había echado
un discursode apertura de curso descaradamente reaccionario, echando pestes contra la sociología militante y defendiendo la “impoluta ciencia estadística”. En respuesta, 9 de
nosotros, encabezados por el poeta zapoteca René Cabrera
Palomec, decidimos no tomar la clase, ya sacaríamos el examen en extraordinario, y para aprovechar las 4 horas semanales, en tandas de a dos, organizamos un club de lectura
depoesía en voz alta. Lo hicimos en el pastito trasero de
la facultad, de manera que los que tomaban estadística nos
podían ver por los ventanales y nosotros a los 114 que se
habían quedado adentro. El taller fijó sus reglas: Cada cual
podía proponer a un poeta a su gusto, leer varios poemas
y explicar los por qué de sus amores. Cabrera empezó con
César Vallejo, siguió Gloria con Neruda y luego yo conFélix
Grande y Blanco Spirituals que acababa de ganar el Casa de
las Américas. Para la segunda sesión, cuando Vicente Anaya leía al peruano Cisneros, habíamos crecido a 11 y las miradas de odio del profe de estadística aumentaban.
7
En la segunda semana, los del círculo de poesía, estábamos leyendo a Benedetti y éramos 17. Cuando por la
tercera semana empezábamos con los poemas de BertoldBrecht íbamos en buen camino en superar numéricamente
a los del interior del salón, que lucían una cara de profundo
aburrimiento. El inicio del movimiento del 68 truncó ese experimento y abrió la puerta a otras formas de libertad.
Muchos de los poemas que aquí se reúnen fueron
leídos en aquellos días.
II
Toda antología es arbitraria pero ninguna lo es tan placenteramente como ésta.
No es unaantología ritual, ni ortodoxa, ni seria, es
arbitraria y mañosa, léanla con indulgencia.
La generación del 68 se reconocerá en estas páginas,
ahí están los epigramas de Cardenal con los que tanto intentamos ligar y tan poco pudimos; la paradoja es que esos maravillosos poemas de amor dedicados a “Claudia” venían
de un pastor protestante y sandinista.
En los siguientes años, cuando andábamos porlas
catacumbas del DF enfrentando la marea represiva del diazordacismo, organizando un sindicato independiente aquí y
allá, alfabetizando en un barrio o dando forma a lo que sería
más tarde el movimiento urbano, la poesía se volvió uno de
nuestros más fieles amigos. Nos fascinaba Nazim Hikmet,
poeta turco, porque combatía nuestros peores defectos: la
simplificación, el tremendismo del marxismoneanderthal.
Ofrecía mensajes diferentes: decía “enviadme libros con finales felices/ que el avión pueda aterrizar sin novedad/ el médico salga sonriente del quirófano/ se abran los ojos del niño
ciego, / se salve el muchacho al que mandan fusilar, / vuelvan las criaturas a encontrarse unas con las otras, / y se den
fiestas, se celebren bodas.” Algunas de sus frases nos hacían
sonreír, eran una...
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