Un reencuentro con el principito
Los talleres de Lengua y Literatura (GUERRERO RUIZ y LÓPEZ VALERO, 1989) son alternativas metodológicas a la enseñanza tradicional, imprescindibles en el proceso de enseñanza/aprendizaje de la Lengua tanto oral como escrita. Siguiendo el paradigma constructivista (COLL et alii, 1994), es el mismo alumnado el que debe ir construyendo su propio lenguaje a través de sus posibilidadesy experiencias desde la infancia, primero en su entorno familiar y más tarde en el entorno escolar de forma espontánea. Lo específico y novedoso que el taller aporta al aprendizaje de la Lengua y la Literatura es la construcción, la realización de algo concreto y vivo, es algo que uno va produciendo y lo comparte con sus compañeros y compañeras. Los manuales de texto tradicionales insisten en elrechazo a este espontaneismo y aluden para ello a la necesidad de cierto rigor científico y al aprendizaje de conocimientos teóricos, lo que no nos parece que sea el mejor camino para motivar al natural disfrute y motivación del sujeto que quiere hablar y escribir. Se hace necesario, pues, transformar la clase de Lengua en un taller de creación literaria permanente superando antiguos prejuiciossobre la dogmatización en la enseñanza de este área de conocimiento.
Cuando hablamos de taller no nos estamos refiriendo a una forma de animar las clases, no es un momento práctico tras una visión teórica, ni tampoco a una actividad complementaria o extraescolar, pues en este caso el taller será percibido como un momento de relajación donde no se hace nada. El taller de Lengua y Literatura tieneuna entidad propia entendido como una forma concreta de plantear el trabajo, una técnica que implica un cambio de actitudes en nuestro papel como docentes. Aquí el alumnado se convierte en protagonista de su propio aprendizaje, aportando frecuentemente vivencias y datos más enriquecedores y creativos. El rol del docente será el de orientador más que de protagonista, sirviendo de apoyo para quien lorequiera (MARTÍN PERIS, 1998). Otra de las aportaciones que el taller proporciona frente al paradigma conductista es el trato personal que potencia entre los participantes. Dichas relaciones personales sirven para desbloquear comunicativamente a los y las participantes y para la iniciación de dinámicas socializadoras en el aula. En cuanto a la calificación, ésta pasa a un segundo plano dejandopaso a la evaluación formativa (MENDOZA FILLOLA, 1997), siendo cada sujeto el que va configurando su propia valoración, pues es él mismo quien percibe con claridad su situación y su esfuerzo en relación consigo mismo y no comparándose con el resto de sus compañeros y compañeras. Esto permite destraumatizar la evaluación de su propio progreso viendo tal valoración como un elemento constructivo más,dentro del proceso de aprendizaje. El taller se caracteriza, así, por ser un espacio dinámico y facilitador de los procesos de enseñanza/aprendizaje, un espacio en permanente construcción, un instrumento en el desarrollo de habilidades sociales, creativas y de comunicación de todos los componentes de la comunidad educativa.
La utilización del taller es una respuesta válida a los problemas con quese enfrenta a diario el profesorado, siempre con la intencionalidad de experimentar metodologías alternativas, de poner en uso nuevas y variadas opciones didácticas, instrumentos, procedimientos, situaciones de interacción y actividades diversas que se basen en los intereses y actividades del alumnado. En efecto, el actual fracaso escolar, ha puesto de relieve una serie de factores a los que eldocente ha de dar respuesta: en primer lugar estarían aquellos que se refieren a la falta de interés, atención y motivación del alumnado por todo lo académico; en segundo lugar, la evidencia de que la pretendida homogeneidad en los programas y planteamientos metodológicos es totalmente errónea e ineficaz, puesto que con prácticas educativas uniformadoras no se consigue que el alumnado realice un...
Regístrate para leer el documento completo.