UN SANTUARIO MUY ESPECIAL
Nasrudín viajó incansablemente, siempre con la fiel compañía de su burro, hasta que un día el animal, que había dejado de ser joven, se desplomó ymurió. Nasrudín se sintió profundamente acongojado ante la repentina muerte de su amado burro. Se sentó a su lado y comenzó a gemir dolorosamente. Los caminantes que por allí pasaban seapiadaban de su sufrimiento y se quedaban a hacerle compañía por un rato. Algunos, a modo de ofrenda, depositaban ramas y hojas sobre el cadáver del burro, que, poco a poco, fue quedando oculto.Otros echaron piedras y barro sobre las ramas y así, después de un tiempo, se formó un santuario sobre el burro muerto.
Nasrudín seguía apenado y día tras día continuaba sentado en el mismolugar, haciendo compañía al burro. Los peregrinos que en su camino pasaban por aquel paraje, al ver a Nasrudín sentado junto al santuario, pensaban que debía tratarse de un gran maestro espiritual ymuchos de ellos decidían entonces quedarse allí durante algún tiempo. Solían dejar ofrendas, en especies y en dinero. La noticia se iba propagando. Los comentarios que iban de boca en boca asegurabanque se trataba del santuario de un gran maestro. No tardaron en llegar peregrinaciones compuestas por fieles de las aldeas y pueblos vecinos y, con ellas, los aportes de dinero que se hacían en...
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