Un Siglo De Luces Perdidas Y Distantes

Introducción
Nos proponemos analizar si, en los términos en los que Kant definía a la Ilustración en 1784, nuestra época es ilustrada, es una época de Ilustración o si, como intentaremos mostrar, se encuentra atravesando un proceso inverso al que se observaba durante el “Siglo de las Luces”:
La Ilustración definió una mentalidad, una actitud cultural y espiritual de la burguesía en ascensodurante el siglo XVIII. Si bien no presentó un sistema de ideas homogéneas y en cada país tuvo diferentes particularidades, puede verse como una filosofía “crítica” a la tradición cultural e institucional, que colocó a la razón como programa para dirigir el progreso tanto del individuo como de la sociedad.
Esto significó al sujeto ilustrado recuperar la confianza que la oscura etapa cristiano/feudalle había arrebatado y reafirmar su capacidad para servirse de su propia inteligencia a fin de superar todo aquello que reivindicase autoridad desde su carácter histórico. Esto encontró su principal representación en la “Crítica”, figura moral adoptada por la burguesía para avanzar sobre el absolutismo, y en la constante búsqueda de ampliar las limitaciones de la misma, entendidos como límites ala libertad.
Sin embargo, es difícil concebir que algún individuo posea, actualmente, plena libertad para efectuar un uso tal de la razón, o incluso que se sienta suficientemente comprometido con la causa de la Ilustración como para avanzar en su desarrollo. Es precisamente esto lo que nos lleva a cuestionarnos sobre la posibilidad de estar presenciando un retroceso en el proceso de iluminación.Condiciones para un mundo ilustrado
Dos condiciones, relacionadas entre sí, reconoce Foucault en el pensamiento kantiano para la superación del estado de tutela, estas son al mismo tiempo espirituales e institucionales, éticas y políticas . Por un lado nos encontramos con la distinción entre el campo de la obediencia y el campo del uso de la razón, por otra parte la distinción entre uso público yuso privado de la misma, elementos fundantes de la articulación entre libertad y obediencia.
Estas distinciones son cuasi inexistentes en la actualidad. En mayor o menor medida los gobiernos democráticos izan la bandera de la libertad de expresión, y sin embargo, son renuentes al momento de aceptar o recibir cualquier tipo de crítica. Si bien, no se verifica un único criterio alrededor delglobo, puede observarse una clara tendencia a establecer límites al uso público de la razón, en diferentes intensidades y con distintos medios, pero siempre intentando reducirlo a su uso privado. Incluso cuando “... querer negarle [al pueblo] esta libertad [de pluma] no sólo es arrebatarle toda pretensión a tener derechos frente al mandatario supremo [...] sino también privar al mandatario [...] detoda noticia sobre aquello que él mismo modificaría si lo supiera, dando lugar a que se ponga en contradicción consigo mismo.”
Si Kant reconocía que su época no era ilustrada, pero sin embargo se encontraba en proceso de Ilustración, mucho de esto tenía que ver con la actitud adoptada por Federico II el Grande , indiscutible gobernante ilustrado, primero en liberar de la tutela al pueblo, dandolibertad en el uso público de la razón, entendiéndolo como “...aquel que en calidad de maestro, se puede hacer de la propia razón ante el gran público...” única forma de esclarecer las mentes oscuras de los hombres.
Un gobernante ilustrado no debería prescribir nada a los hombres en materia de conciencia o en cuestiones morales, permitiéndoles hacer un uso público de la razón; principalmente,debería hacerlo por considerarlo su deber como gobernante y no por mera tolerancia. Claramente, cuando en nuestros días es esta idea de tolerancia la que subyace a la libertad política, basándose principalmente en reconocer pensamientos disidentes o contrapuestos, como el “mal necesario” o el “mal menor” por ser imposible o excesivamente costoso reprimirlos; podemos ver como el uso público de la...