Un Simple guerrero y su Guerra

Hay guerras que no se deben pelear y al no existir guerra no hay nada por que luchar ni siquiera existen rivales, y ahí es cuando te haces enemigo de ti mismo, buscas, deambulas, absorbes el friodesenvainas tu espada y matas a un día sábado tajeando a árboles que solo enorgullecen la belleza del paisaje. Y ahí estas en medio de un terreno encima de tu caballo gris, te bajas, te subes, tebajas, le sacas la montura y dejas amarrada a la bestia cerca del sitio donde aras tu fogata.

Con tu filo cortas madera haces el fuego, te sientas te sacas la armadura, lloras y aprietas el mango detu arma, al volver a retomar tu hombría bajas al rio con tu cantimplora la llenas de agua y subes al punto donde hay llamas. Apagas el fuego por que la luz atraería a lobos hambrientos así quetomas tus cosas y te vas a las montañas antes de que la oscuridad atraiga a la muerte.
Dudoso camino y pensares te amargan, un caballero cabalga y sigue su brújula, al estar en la punta de esos senosrocosos miras al horizonte ves que a lo lejos te espera tu hogar, sabes que te rencontraras con tus colegas caballeros, brindaras con ellos y les explicaras del porque desapareciste, aunque ellos yasospechen que te fuiste para encontrarte contigo mismo.

Te detienes en lo alto y duermes con uno ojo semi-cerrado y otro abierto.
Media hora antes del amanecer partes sonríes acaricias a tu caballoque misteriosamente al verlo con la clara se ve de color blanco le acaricias y silvas, del cielo cae sobre tu hombro tu vista, un halcón encargado de llevar tus ojos al cielo con la misión de saber quese espera , te sientes agradecido, tus confusiones se han ido, termino tu trabajo, tuviste que llorar, tuviste que luchar con tu odio, si hubieses sido samurái no estarías con vida ya que estaríascortado por el harakiri, pero como fuiste capaz de pelear con tus demonios vuelves a casa con una razón plena, con cicatrices, ganas de hacer el amor con una mujer que no te ha sido fiel pero qué más...