Un viejo verde

“Un viejo verde”

Elisa Rojas era una bella chica, que por su belleza llamaba la atención de muchos por tanto tenía muchos pretendientes. A ella eso le gustaba, es más, disfrutaba con ello, puesera algo que le subía la autoestima y aunque no quisiese estar con ninguno de ellos los tenía ahí; adorándola como si de una diosa se tratase.
Entre todos sus pretendientes había un señor muy curiosode treinta y ocho, cuarenta años de edad que cada vez que coincidía con ella al observarla el color de su rostro desaparecía, se volvía totalmente pálido. A pesar de la discreción y cautela quesiempre llevaba él cuando la miraba, ella se daba cuenta de que estaba siendo observada por aquel señor.
Elisa no estaba muy segura de por qué no daba el paso de pretenderla, por qué era que únicamentese dedicaba a observarla minuciosamente y bueno, lo único que ella pudo sacar en claro era que él no podía pretender amores lícitos (justos o permitidos) según le había puesto en el papel que recibióElisa directamente.
Un día de esos en los que ambos coincidieron ella no pudo evitar clavar su mirada en él mientras se preguntaba qué hacia aquel hombre adorándola mientras se hacía viejo y puesella intentaba decirle con la mirada todo aquello que no se atrevía a decirle hablando e intentó transmitirle el honor que para ella era tener su amor verdadero y ser esclavo de su capricho pero tambiénintentado decirle que no tenía nada que hacer con ella pues no se sentía especialmente atraída hacia él.
Lo que para Elisa era un halago para él era una humillación pues sabía que aquello por lo queestaba dispuesto a luchar era en vano, pues ella jamás le daría una oportunidad. Elisa disfrutaba teniéndole ahí, dándole falsas esperanzas pues como ya se ha dicho antes eso le hacía sentirse“mejor”, subía su autoestima.
Un día coincidieron en una actuación en la cual sonaba Beethoven y ambos estaban sentados al lado, hubo un momento en el cual una luz verde que entró por una vidriera los...