Un D A Un Gato

Primer día de clases
En un pueblito alejado de la urbe civilizada, había una niñita Michelle que quería emular a su bisabuela Juliet. Porque le había legado un talento para que pueda surgir en vidafutura. Y llego el primer día de clases, corría emocionada para ver a su nueva profesora de teatro para niños.
Pero como en todas las anécdotas de la vida, aparece Malamen, una gordita que de cariñole llaman Piedad, se subió con nosotros al bus del pueblito para ir a la ciudad. Creo que le hizo la “malera” a la niñita. Lo pude advertir en su mirada burlona que nos fijaba contra el asiento dondenos ubicamos, luego se bajó del bus sin mediar palabra, apuradita con su carrito de mercado halándolo suavemente con sus pasitos armónicos.

Y llegamos al local de estudios, tocamos la puertainsistentemente, no contestándonos nadie.
Vamos, pá. Creo que vendremos el jueves (las clases se daban los martes y jueves).
Mejor vamos al mercado a comprar algunas verduras para la comida.
Primero mellevas a la casa y después te vuelves para que hagas tus compras.
Ahora que escribo estas líneas recuerdo que los cachorritos sufren de indiferencia de los demás al tamaño de sus barrigas y que se paseancomo leones enjaulados revisando todos los confines de su covachita. Terminan de pasearse y vuelven al primer rincón del comienzo.
Tenemos cinco cachorritos, que nacieron de nuestra perra ya anciana.Están todos bonitos, pero la lactancia que les dan no les basta. Ya tienen 21 días y no sé si pueden comer como cualquier perro. Pero de todas maneras le damos comida de su edad.
Otro día meentreviste con la profesora, una persona de edad. La institución le había asignado el dictado del curso. Devolví el dinero a la mamá de Michelle. Luego, le pregunte.
Este curso en el boletín repartido dicepara el 14.
Si pués, no sé para cuándo se empiece, pero lo enseñare de todas maneras.
Tal vez para el 29.
No hay veintinueve de febrero.
Entonces, nunca.
Yo llevo a mi nieta a estos cursos de...