Una Crítica Del Signo Lingüísitico Como Soporte Ideológico

Alejandro J. G. Hernández
2012

Crítica del signo lingüístico como soporte ideológico

“Arrodillaos, moved los labios en oración, y creeréis”[1]
1.- Introducción
El objetivo del estudio consiste en indagar sobre la noción de ideología y su relación con el signo lingüístico. Echaremos mano a diferentes teorías: Althusser, naturalmente a Saussure, a la concepción marxista del lenguaje deVolóshinov y al singular enfoque de McLuhan.
Si tenemos éxito con la hipótesis, mostraremos que el problema que pone de manifiesto Althusser en cuanto a las condiciones de reproducción de la ideología está relacionado con el lenguaje como medio expansivo, pero no sólo por las tematizaciones discursivas que en él se despliegan, sino como función directa de una práctica materialmente replicada a partirde una técnica como, por ejemplo, la imprenta. Al respecto cabe aclarar que según nuestro análisis no es la imprenta la causa determinante y originaria, sino que es simplemente un ejemplo que exhibe las características mancomunadas del sistema.
La sistematicidad del orden ideológico nos remite a considerar que las partes de un sistema no sólo interactúan y se condicionan mutuamente sino que,siendo portadoras cada una de ellas de la misma razón de ser del sistema (diríamos, su código genético), son capaces de dispensar y articular lo necesario para compensar o redistribuir funciones y roles que aseguren las condiciones de reproducción. En este sentido ponemos énfasis en destacar el carácter repetitivo que es inmanente al todo y a cada parte.
Las mismas implicancias de la imprenta comomodelo, las vemos replicadas en la formulación del signo lingüístico y las características que le asigna Saussure. Exhiben un formato transido por una ideología (no necesariamente anterior en el tiempo sino en cuanto al tipo de razón que exterioriza) que establece una manera unívoca de procesar la información y percepción del mundo.
Nuestra intención es interrogar y cuestionar al signolingüístico no sólo por su función mediática como trasporte de ideología sino particularmente por la manifiesta ostentación que expone a través de su estructura en tanto constituiría ella misma una usina ideológica por su manera de procesar el mundo.
Algunos presupuestos y categorías con los que trabajaremos nos confirman que no se debe disociar la ideología de la realidad material del signo. Asimismopensamos la conciencia como producto de los signos que son, propiamente, elementos ideológicos. Y que todo signo es ideológico en tanto importa una significación.
Si dejamos aparte el aspecto discursivo, los condicionamientos infraestructurales y la coerción, es sin duda todavía una incógnita desentrañar cuáles son las condiciones materiales de las que resulta la producción ideológica en lo referido asus propias condiciones de reproducción y su réplica, tal como resulta evidente, extendida en todos los ámbitos de la cultura según un desarrollo que articula lo paradigmático y lo sintagmático, cortes, obturaciones, compases sobre la linealidad del film o la fotografía, de la cadena de montaje o la producción en serie.

2.- Althusser y la ideología
Althusser ha asumido riesgos interpretativoscuando se muestra crítico de lo que quiere defender. Dice
En cuanto a mí, sabiendo algo de la relación que he indicado entre filosofía y política, recordaba a Maquiavelo, cuya regla de método, escasamente enunciada, pero siempre practicada, es que hay que pensar en los extremos; entendamos por esto una posición en la que se enuncian tesis-límite, donde para hacer posible el pensamiento, seocupa el lugar de lo imposible.[2]
Althusser sugiere un interrogante acerca de las condiciones materiales subyacentes a la producción de discursos ideológicos, propone la investigación de aquellas formaciones materiales que confirman y aseguran la reproducción de las condiciones de dominio y explotación. Su tesis, como sabemos, lo lleva a instituir los aparatos ideológicos del Estado (AIE)....