Una Despedida Inesperada

Una despedida inesperada

Maribel Ceballos


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Era una noche tranquila, conla monotonía de siempre, nada presagiaba lo que estaba ocurriendo… casi cuando estaba por acostarme llegó Luis en su moto sumamente agitado; nunca pensé que estuviera por vivir la experiencia másamarga de mi vida.
-Me dice: Alfredo, Alfredo!!! Tu hermano iba en el carro de José Antonio, el mecánico de la esquina?
-La verdad no sé, él salió hace rato pero no me fijé con quién.
-Ok. Súbete ala moto, vamos al hospital, ocurrió un accidente.
Sin demora nos dirigimos al centro asistencial, sí noté el afán de Luis, y el exceso de velocidad, poco usual en él. A medida que nos acercábamosal centro de salud un nudo en la garganta se me acrecentaba, sentía las manos heladas y dificultad para respirar.
En el lugar había vecinos, quienes al verme llegar quedaron impávidos, guardaron unsilencio cómplice que me causaba mayor angustia. Mi corazón latía con más fuerza… Que pasaba? Porque nadie me daba una explicación?
Me pasaron a un salón donde me mostrarían algunas pertenencias queal parecer eran de mi hermano, sentí alivio al ver que aquel celular que me mostraron no era de él pero allí estaba su cartera con sus documentos, su correa… ¡Dios! Sentí que un abismo se abría a mispies perdí el sentido de la realidad solo sé que daba golpes a todo lo que me rodeaba: personas que intentaban controlarme incluso contra las paredes. Mis manos no dejaban de sangrar.
Ya sin fuerzasy jadeante me desplomé teniendo que enfrentarme a una realidad aún más cruel. Me dirigí hasta la morgue donde debía reconocer el cuerpo. Y sí, allí estaba con su cara de niño, envuelto en un sueñoprofundo e infinito con sus ojos cerrados y sabiendo que nunca volverían a abrirse. Lloré, lloré no sé por cuanto tiempo, solo recuerdo aquella mano desconocida que supo llorar conmigo y darme...