Una Dulce Confabulación

Una Dulce Confabulación

Kristel no salía de su asombro: aquella dama elegantemente vestida se tomó casi 30 minutos de su tiempo (seguramente muy ajetreado) para ayudarle a buscar entre aquelmatorral de un parque, su precioso broche que se le había desprendido de su chaqueta, en su apurada carrera por alcanzar un taxi. La amable señora también necesitaba utilizar este transporte urbano, y aldarse cuenta que la joven lamentaba haber sentido que su preciosa prenda caía entre la crecida maleza, le ofreció su ayuda en forma decidida, ya que Kristel no había dejado de mencionar que supequeña hija lo había confeccionado con sus propias manecitas para obsequiárselo el día de la madre. Y ahí estaban las dos, buscando entre ese espeso zarzal bajo un sol abrasador.
Al pasar los minutosaquella compasiva señora dijo por fin: aquí esta su broche, lo encontramos y déjeme decirle que es hermoso! Ahora comprendo su afán de encontrarlo… La joven madre emocionada, no encontraba las palabraspara agradecer a esa gentil mujer, y le dijo con sinceridad: estoy en doble deuda con usted, hasta le hice perder su taxi! “Ha valido la pena haberme atrasado para llegar a la oficina, y por mi partela deuda quedará saldada si continúa usted con esta dulce confabulación de bondad, me pagará ayudando a otro cada vez que se le presente la oportunidad, es un trato? Sonriendo con entusiasmo Kristelentendió su idea, prometiéndole continuar con la cadena de actos de bondad con que aquella buena mujer quería contagiar a otros.

Y hoy soy yo, quien desea convencerle a usted de unirse a esta dulceconfabulación de bondad. Las oportunidades de ayudar a alguien en aprietos y de hacer que una persona tenga un mejor día, abundan, lo ha notado? Solo basta con salir de nuestro propio mundo, el de lasatisfacción propia, el de enfocarnos solamente en nuestra propias necesidades y deseos, para acercarnos a esa persona que necesita una mano amiga. Hay muchas formas de ayudar y provocar una...