Una Economía Racional
En todas las técnicas racionales de salvación, las recomendaciones contra la afición al dinero y las posesiones terminaron por prohibirlos.
Ningunagenuina religión de salvación ha logrado suprimir la tensión existente entre su religiosidad y una economía racional. Externamente esta tensa relación ha sido resuelta de lamanera más radical en la ética de los virtuosos religiosos, a sabor, negándose a la posesión de bienes económicos.
El monje desposeído no puede disfrutar más que deaquello que la naturaleza y sus semejantes le dan voluntariamente.
Sólo existieron dos caminos no contradictorios para evitar fundada e internamente la tensión entre lareligión y el inundo económico: Primero: la paradoja de la ética puritana de la vocación". El puritanismo consintió la "rutinización" del mundo económico, tanto comoal inundo en su conjunto, como algo animal y corrompido.
El otro camino no contradictorio que hizo posible evitar la tensión entre economía y religión es el misticismo.La "bondad" del místico. El misticismo se desinteresa de la persona en cuanto tal persona; el místico bondadoso da mucho más de lo que le piden, sea quien sea lapersona que ocasionalmente se cruce en su camino y se le acerque, y lo hace meramente porque ocurre que esa se halla en su camino no por el amor al ser humano, si nomeramente por el amor a la devoción
Para la ética social orgánica resulta intolerable la simple circunstancia de que lo sagrado sólo sea accesible para algunos y no para todos.
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