UNA GOTA DE INFIERNO
Me propuse relatar todo lo que me suceda con este cuento, que no conozco aún porque ni siquiera lo he pensado. Sé que deseo escribir. De a ratos, la realidad sólo se deja percibir confusamente. Se me asemeja. El escenario ya está preparado para transcribir textualmente todo lo que me salga con la más absoluta naturalidad. Con las palabras casi desnudas, deslizándose arribay abajo por las páginas en blanco, donde el cuento termina por escribirse a sí mismo.
La plazoleta Rodolfo Walsh es el escenario. Continuaré contando que es una tarde/noche nítida y serena en que la calle está completamente casi vacía; por lo tanto, con ese ´casi´, habrá pocos testigos que dirán lo suyo, o no. Después de semejante confesión enciendo el primer cigarrillo y automáticamente piensoen el personaje adecuado. La plaza, ubicada en Isola al 300 bis y donde termina sus recorridos las líneas 146 y 107, volvió a ser noticia por segunda vez en pocos meses el viernes por la tarde.
Había algo en el aire. Dos sombras se desplazaron ágiles entre los árboles de enfrente. Instintivamente un auto a baja velocidad apaga sus luces. Se oyó el ruido de una persiana que se cerraba. Una voz sealzó y un grupo de pibes se dispersa como cuando uno pisa un hormiguero. Entre ellos dos chicas. Hubo varios disparos desde la misma vereda y alguien, sin dejar de correr rocía de balas al grupo. Otro se acercó a los árboles del cordón.
Fue un pibe de gorrita blanca el que contestó desde el umbral. Tres tiros muy rápidos, casi nerviosos, y una sombra se derrumbaron detrás de un tapialito cerca delquiosco. Ese otro saltó a la calle y disparó ahora contra la vereda de enfrente y nadie contestó.
Corrió entonces hacia la esquina pero una bala zumbó su cabeza y lo hizo meterse en un zaguán. Por un momento volvió la calma. Gritos, perros que ladran.
En ese momento hubo un chirriar de frenos en la esquina y el auto se cruzó de cordón a cordón sin dejar de acelerar. Enderezó como pudo y salió porel centro de la calle Isola. El del zaguán se lanzó de cabeza dentro del vehículo, mientras el auto clavaba los frenos, cordoneando con las ruedas traseras.
La puerta se agito y golpeó contra el árbol. Estalló su ventanilla mientras el tipo se zambullía de panza por el hueco, las piernas le quedaron colgadas y pataleó para ponerse a salvo cuando el conductor había vuelto acelerar y las chapas delCorsa eran penetradas una y otra vez por balazos que cruzaban la calle.
Sin embargo esto sería el principio del fin. La voz no fue muy clara porque el tipo que había hablado desde la puerta misma del auto, estaba con una media que le cubría la cara. El arma qué tenía en la mano era un detalle más, un grosero detalle de muerte. Faltaba una gota de infierno.
Ahora me abstengo de fumar y quedoabstraído con mi mente en blanco, y me asalta la terrible sospecha de que el cuento se está volviendo autónomo. La víctima estaba reunida con un grupo de jóvenes que militan en la facción de Diego O´, principal referente de la barra brava rojinegra. Por este homicidio está acusado A´, un adolescente que es hijo del asesinado ex líder del paravalanchas leproso, quien ya había estado vinculado con otrosataques armados en esa zona, la misma que ha servido de escenario de al menos siete crímenes en tres años.
Olor a pólvora, estampido de balazos, pibes asesinados y nombres recurrentes. Que yo sepa nadie ha explicado esto convenientemente, de modo que lo mejor sea ponerse a explicarlo, despacio y para siempre. Explicar es algo que hacemos todas las veces que nos ocurre algo impensado. Las balacerasvolvieron a ser tema de conversación para los aterrados vecinos de los complejos de monoblocks ubicados de avenida Grandoli hacia el río Paraná, en jurisdicción de la comisaría 11ª. Ahí donde resaltan el barrio Municipal, el Fonavi de Grandoli y Gutiérrez y el Parque del Mercado.
Es que desde que el viernes pasado Maxi N´, un chico de 19 años sin antecedentes penales, fue acribillado en Isola y...
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