Una Habitación Con Vistas

Una habitación con vistas
1 en la Bertolini
Miss Charlotte Bartlrrtt y su joven amiga, la señorita Lucy Honeychurch llegó para pasar unas vacaciones en el pequeño hotel en Florencia Bertolini. La señorita Bartlett no era muy joven. Pero Lucy era una niña muy bonita con un montón de pelo oscuro.
El Bertolini fue administrada por una mujer llamada señora Bertolini. La señora les mostró sushabitaciones, y luego se dirigieron al comedor para la cena.Todas las personas en la larga mesa se Inglés.
La señora estaba mal, muy mal, dijo la señorita Bartlett. Ella nos prometió habitaciones orientadas al sur, donde pudimos ver el río. Tenía muchas ganas de una vista del río. Y contamos con habitaciones con vistas al norte de la parte trasera de las casas. Oh Lucy!
Y ella no es italiano, queviene de Londres. Charlotte, ¿no sientes que estás en Londres, no Florencia?
Y esta carne no es muy agradable, dijo la señorita Bartlett.
Yo quería una vista del río Arno. Ella prometió, dijo Lucy.
Cualquier pequeña habitación está bien para mí, dijo la señorita Bartlett. Pero usted debe tener un punto de vista, Lucy. Su madre se lo deseo. Después de todo, que pagó por el viaje.
Por supuesto,usted debe tener una habitación con vistas también, Charlotte.Usted tiene la habitación vacía en primer lugar. No, no, Lucy, que no pueda hacerlo. Le diré a la señora. Las dos damas fueron quizás un poco cansado.Comenzaron a discutir, en silencio. Entonces un anciano en el otro lado de la mesa se inclinó hacia adelante y dijo, tengo una habitación con vistas. La señorita Bartlett no le gustó esto.Ellos eran mujeres, y claro, él era solamente un hombre de trabajo.
Ella miró por encima de su cabeza y dijo fríamente: Un punto de vista? Oh, sí, una habitación con una vista es muy agradable.
Este es mi hijo, a mi lado, dijo el anciano. Su nombre es George. Él tiene un punto de vista, también. Quiero decir, usted puede tener nuestras habitaciones y nos los tuyos.
Thatk usted. Que no es posible.No podemos llevar a su habitación, comenzó a Lucy.
Lucy, déjame hablar con él, dijo la señorita Bartlett en silencio. Pero ¿por qué no? -Dijo el viejo. George, les digo a aceptar.
Por supuesto que deben tener las habitaciones, dijo George. No se veía a las damas, pero su voz, por alguna razón, er triste. Lucy tenía una sensación extraña. Ella sintió el anciano y su hijo no se habla dehabitaciones y las vistas, sino de algo bastante diferente.
Podemos cambiar de habitación en media hora, dijo el anciano. Cara de la señorita Bartlett estaba un poco roja. Miró a las otras personas.
Come tu cena, Lucy querida, dijo la señorita Bartett. Mañana vamos a encontrar otro lugar.
Sr. Beebe
En ese momento la puerta se abrió y un hombre corrió hacia la mesa. Lucy lo reconoció con una sonrisa defelicidad. Es el señor Beebe, de Charlotte.Debemos permanecer aquí y ahora.
¿Cómo se hace, el señor Beebe, dijo Charlotte. Usted nos ha olvidado, tal vez.La señorita Bartlett y Honeychurch señorita. Nos reunimos una vez en Tunbridge Wells, cuando estaba en su iglesia. Mi casa está en Tunbridge Wells.
Estoy muy contento de verte, dijo Lucy. Yo vivo en un pueblo llamado la calle del verano. Mimadre me ha escrito. Ella dice que va a ser el hombre nuevo en nuestra iglesia.
Muy bien, dijo el señor Beebe. En junio.
Nuestra casa se llama Windy Corner. Yo vivo con mi madre y mi hermano Freddy.
Me acuerdo de ti, señorita Honeychurch. Usted jugó un poco de música para nosotros, ¿no? ¿Sabe usted la ciudad de Florencia, así?
Esta es mi primera visita. Es muy emocionante.
A todos nos debeconducir a Fiesole un día. Yo lo arreglo. Una señora en el extremo de la mesa dijo: ¡Oh, no, usted debe ir a Prato en primer lugar.
Esa señora parece muy inteligente, dijo la señorita Bartlett a Lucy. Ahora todo el mundo en la mesa comenzó a hablar. Pero nadie habló con George o su padre. Estaba claro, que Charlotte dejó la mesa, les dio una leve inclinación de cabeza. El hijo sonrió. Entraron en...