una historia cualquiera
Salimos de allí a eso de las 11:23 de la mañana, en la ruta quenos llevaba hasta sabana, justo a tiempo para llegar a la clase de psicobiologia, que empezaba a las doce, en el camino lo único que pensábamos era en llegarunos minutos antes para alcanzar a comprar dos patacones de carne.
Llegamos, eran las 12:08 y corrimos como locos tropezando con quienes bajaban por escaleras ycruzaban por los pasillos de la Universidad, al llegar al salón, ya sudados aparte de hambrientos vemos que aún no llega el profesor y después alguien se nosacerca diciendo: -el profesor llamo, dijo que no podía llegar y que nos fuéramos pa’ la casa.
Bajamos a la cafetería, ya relajados comimos y nos fuimos a labiblioteca, aunque esta estaba más llenita igual se podía leer tranquilo, allí recordamos aquella pequeña cafetería de la sede del rio, llegamos a la conclusión queestaban más caras las cosas y que en definitiva la atención era más lenta y no tenía mucha variedad.
Al final lo único que nos animaría volver seria labiblioteca puesto que un buen libro es una buena historia que vivir y cuando estuvimos allá iniciamos cada uno una historia diferente y pues, no las terminamos.
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